El señor X fumaba diariamente un atado de cigarrillos y dos habanos. Un buen día, ante la gran cantidad de estudios científicos que demostraban que el tabaco causaba graves daños a la salud, el señor X anunció en conferencia de prensa que abandonaría progresivamente el tabaco reemplazándolo por pastillas Halls ;  eso sí, manteniendo al habano como vicio de transición. ----- Al cabo de unos años encontré al señor X consumiendo tres atados de cigarrillos, cinco habanos, y dos paquetes de pastillas Halls diarios. — ¿Y el abandono del tabaco? ¿Dónde quedó aquel plan? — , pregunté al señor X. Este me contestó, condescendiente: — querido amigo, como no es posible abandonar el tabaco de un día para el otro, lo que estoy haciendo es aumentar progresivamente el consumo de pastillas Halls y fumar preferentemente habanos hasta que en el quiosco de la esquina no quede más tabaco. — Ok , e so es un plan —reconocí— , s olo espero que para entonces Ud. no se haya muerto —le contesté.