NUESTRO RÍO NEGRO, CON POCO MARGEN (PARTE I)
El río Negro desde el puente de la Isla Jordán, Cipolletti. Foto de Andrea
Didoné
Papers e Informes
«Por otra parte, ellos (nuestros análisis de riesgo de los niveles
de hidrocarburos aromáticos policíclicos en material particulado en suspensión
en el río Negro) predijeron un alto riesgo de efectos potenciales sobre la
biota, lo que requeriría acciones urgentes de control/mitigación, por ejemplo,
el tratamiento de efluentes urbanos que desembocan en el río y las emisiones
atmosféricas urbano/industriales en la cuenca del río Negro.»
Es una de las conclusiones de un paper publicado en marzo
de 2023 en la revista Environmental
Pollution, cuyo título es «Variaciones
espaciotemporales a gran escala, fuentes y evaluación de riesgos de POC y HAP
prohibidos en partículas suspendidas del río Negro, Argentina.»[1] Sus
autores, científiques de las universidades nacionales de Bahía Blanca y Río
Negro, son casi les mismes que, con distintos roles (coordinadora, miembros del
equipo técnico, investigadores y colaboradores), presentaron en 2019 un «Informe del estado ambiental del Río Negro.»[2]
Aquel Informe
de 2019 es más amplio que este paper
de 2023. El paper, como su título lo
indica, se restringe al análisis de los POCs (biocidas organoclorados) y los HAPs
(hidrocarburos aromáticos policíclicos) en MPS (material particulado en
suspensión). El Informe abarca, además, otros indicadores ambientales, como ciertas
propiedades químicas del agua (salinidad, pH y concentración de oxígeno),
presencia de bacterias indicadoras de materia fecal, presencia de metales y
metaloides disueltos, y estado de las faunas de macroinvertebrados y peces.
Básicamente, lo que hace el paper es tomar datos sobre POCs y HAPs recabados para el Informe y
darles una vuelta de tuerca: podemos decir que son dos versiones del mismo
estudio: la del paper, más acotada en su alcance, pero un poco más profunda en aquello que aborda.
Al paper le
tocó atravesar una instancia de revisión
por pares (otres investigadores lo revisaron a solicitud de Environmental Pollution y emitieron un dictamen).
En este sentido, posee un status distinto
al del Informe. Esto, por supuesto, no desmerece a este último; es más, casi seguro
que el resto de la investigación plasmada en el Informe terminará publicándose en
formato de paper, si no todo, su
mayoría.
Los trabajos
de campo que nutrieron de datos al Informe primero y luego al paper fueron realizados en
dos momentos: del 6 al 17 de agosto y del 26 de noviembre al 07 de diciembre de
2018. En realidad, el paper no
menciona días, pero los meses y el año coinciden: agosto y diciembre de 2018. (El
paper habla de muestreos de invierno
y verano, pero las muestras correspondientes a la estación cálida fueron
tomadas hacia fines de la primavera, en noviembre y en diciembre, antes del
comienzo del verano.)
Tomándole el pulso al río Negro
En este posteo abordaré solamente los resultados del estudio presentados en
el paper, por las razones que di,
haciendo referencia al Informe cuando entienda que corresponda. Y me limitaré a
los HAPs, dejando a los biocidas para un segundo posteo.
Empecemos
por el principio, explicando qué son los HAPs.
Son
hidrocarburos, compuestos orgánicos que representan una fracción de hasta un
20% del petróleo crudo.[3]
Son tóxicos, y de todos los HAPs existentes —son más de cien
clases—, 16 son re tóxicos; son esos 16, precisamente,
los que comprende el estudio publicado en Environmental
Pollution. De esos, hay uno cancerígeno posta [benzo(a)pireno], tres probables cancerígenos [dibenzo(a,h)antraceno, dibenzo(a,l)pireno y ciclopenta (c,d) pireno] y 9 posibles cancerígenos [criseno, benzo(a)antraceno, benzo(b)fluoranteno, benzo(j)fluoranteno,
benzo(k)fluoranteno,
dibenzo(a,h)pireno,
dibenzo(a,i)pireno, indeno(1,2,3)pireno, y 5-metilcriseno naftaleno].[4]
No hay muchas
publicaciones sobre la contaminación del río Negro. De hecho, les autores del paper refieren que la suya es la primera
evaluación ambiental en 15 años que comprende a los POCs, y la primera en evaluar
los niveles y la distribución de los HAP sobre la base de MPS (entendiendo por
MPS un material que se retiene por filtrado a través de una malla de 0,45 μm, que
incluye tanto inorgánicos suspendidos como partículas orgánicas). Porque los
HAPs son potenciales indicadores de contaminación petrolera, y porque vivo en
una zona petrolera (que lo es desde hace no mucho tiempo), me interesan
especialmente.
Antes de meternos en el desarrollo del contenido del paper, veamos cómo se obtuvieron los
datos.
Se tomaron muestras, como suele hacerse en estudios de
este tipo. Les científiques muestrearon en 21 puntos de la cuenca hídrica,
cubriendo una extensión de 600 km. Los sitios de muestreo están indicados en la
Figura 1 del paper, en la p. 4:[5]
son los mismos sitios que están en la Tabla 5 del Informe, en la p. 45, solo
que en este último están indicados solo con un nombre, por ejemplo ALLG,
mientras que en el paper se los indica,
además, con un número de registro: NR (por Negro
river) tanto: 1, 2, 3, y así hasta el NR21. Así, ALLG es, en el paper, NR8 ALLG.
Hay otras pequeñas diferencias, cosas que no coinciden
del todo. Son pavadas, pero señalarlas tal vez ayude a quienes lean en paralelo
el paper y el Informe.
Primero, cuando
se ubica con el Google Earth el sitio
NR8 ALLG siguiendo las coordenadas indicadas en el paper (LS 39° 01’ 35’’; LO 67° 50’ 37’’), este cae en el barrio
Costa Oeste de Allen, sobre un brazo del río Negro. Ahora bien, si se ubica el sitio
ALLG del Informe (Tabla 5, LS 39° 01’ 56’; LO 67° 50’ 37’’), cae un poco más al
sur, sobre la desembocadura de ese mismo brazo, unos 500 m aguas arriba del
balneario municipal de Allen (en el Club Arco Iris, como se señala en la Tabla
8 del mismo Informe, ver abajo). Sin duda se trata del mismo lugar (los alrededores
del barrio Costa Oeste), pero los muestreos de POCs y HAPs se efectuaron posiblemente
en puntos distintos.
Segundo,
hay pequeñas diferencias en cuanto a la caracterización del uso de la tierra de
los sitios de muestreo. En el paper se
habla de «land
use / land cover» y en el Informe de «usos y
distancia a zonas residenciales». Así, para el punto NR8 ALLG del
Barrio Costa Oeste, el paper indica «Gas duct. Fruits production», mientras que el Informe indica «Gasoducto Producción Frutícola <250 km». Posiblemente hay un error en
esto último, ya que en casi todos los demás sitios indicados en la Tabla 5 del
Informe, excepto Paso Córdoba (PCOR, el punto N° 10), se utiliza la distancia
de 0,250 km, es decir 250 m. OK, «a menos de 250 km» abarca «a menos de 250 m», pero desde el punto de vista comunicacional no da lo mismo.
Tercero,
hay también pequeñas diferencias dentro del mismo Informe de 2019. Por ejemplo,
hay dos tablas distintas con los sitios de muestreo: una general, la Tabla 5,
en la p. 45, y otra específica para la toma de muestras de HAPs, la Tabla 8, en
la p. 51. Se trata sin duda de los mismos 21 sitios, aunque los nombres que
reciben son, nuevamente, distintos. Por ejemplo, ALLG de la Tabla 5 recibe el
nombre de «Descarga Allen (Club Arco Iris)» en la Tabla 8, y el ALLD de la Tabla 5 es «Allen Gasoducto Pozo» en la
Tabla 8.
Ahora sí, veamos qué dice el paper: qué salió del análisis de esas muestras.
Permítanme comenzar por el final, por la conclusión
(punto 5 del paper): «En cuanto a los HAP, no hubo áreas
con una preocupación insignificante.»
(Que es lo mismo que decir que todas las áreas son de una preocupación
significante. Después volveré sobre esto.)
Esta conclusión contrasta con la sensación que deja la lectura de la nota del «Río Negro» del 18 de junio de 2023 con motivo de la publicación del estudio en Environmental Pollution. Bajo el subtítulo «Cuáles son los riesgos de la presencia de hidrocarburos y plaguicidas en el río Negro», dice la nota, textual: «El informe ambiental del río Negro aseguró que los niveles encontrados de hidrocarburos y plaguicidas en el agua no revisten, en las condiciones actuales, un riesgo severo a largo plazo para el ecosistema. “Si bien existen algunas excedencias puntuales a los valores recomendados, se puede concluir que no se esperan efectos adversos en la vida acuática por exposición crónica de estos compuestos”, precisa el escrito.»[6]
En realidad, la frase transcripta en la nota (entre comillas inglesas, “Si bien existen
etc.”) no está en el paper
sino en el Informe, en la p. 71, y en un contexto distinto: el de los impactos
de los biocidas organoclorados (no de los HAPs) en sedimentos y en agua. De
hecho, en la p. 120 del Informe, en la parte de las conclusiones, la misma
frase vuelve a aparecer exactamente en el mismo contexto: el «estos compuestos» de la frase transcripta en la nota
del diario se refiere siempre a los organoclorados. Pasando en limpio: el paper sugiere un riesgo bajo con relación
a los biocidas organoclorados, pero no con relación a los
HAP. Volveré sobre esto más adelante.
Qué querían hacer y saber les
autores
Querían medir la presencia en MPS de 16 HAPs prioritarios debido a su
toxicidad: naftaleno (Na), acenaftileno (Ac), acenafteno (Ace), fluoreno (Fl), antraceno
(An), fenantreno (Phe), fluoranteno (Flu), pireno (Py), benzo-a-antraceno
(BaA),* criseno (Cr),* benzo-b-fluoranteno (BbF),* benzo-k-fluoranteno (BkF),* benzo-a-pireno
(BaP),* dibenzo-ah-antraceno (DBA),* benzo-ghi-perileno (BghiP),* indenopireno
(IP).*
(* HAPs con actividad genotóxica y mutagénica, según la Guía de Actuación
y Diagnóstico de Enfermedades Profesionales del Ministerio de Ministerio de
Producción y Trabajo de la Nación (Superintendencia de Riesgos del Trabajo, p.
8)
Lo que querían saber era cuánto hay y en dónde hay
más.
Qué vieron
Primera cosa: hay HAPs por todos lados
En todo el río Negro, a todo su largo, con una concentración media global
para el área de estudio de 38,83 ± 43,52 μg g-1 MPS, d.w. (o sea, treinta
y ocho y tantos, más menos cuarenta y tres y tantos microgramos de HAP por
gramo de MPS, o sea de Material Particulado en Suspensión, d.w., o sea dry weight, o sea peso seco, siendo un microgramo
la millonésima parte de un gramo), con un mínimo de 4, 82 μg g-1, d.w. y
valores máximos de oeste a este en NNQN (NR3, 193,48 μg g-1, d.w.), ORO (NR6,
91,36 μg g-1,
d.w.), ALLD (NR7, 199.36 μg g-1,
d.w. [el registro más alto en este estudio]), ALLG (NR8, 30,04 μg g-1, d.w.), ALLT (NR9,
45,25 μg g-1,
d.w.), REGI (NR12, 83,36 μg g-1,
d.w.) y PALO (NR20, 118,01 μg g-1,
d.w.).
No sorprendentemente, los niveles de PAHs más altos
coinciden con lugares con marcadas actividades antropogénicas relacionadas,
tales como instalaciones de explotación de petróleo o gas (Neuquén, Fernández
Oro y Allen) y mayores desarrollos urbanos (Regina, Viedma y Patagones).[7]
Otra cosa que vieron es que los compuestos más
abundantes son BaA (benzo-a-antraceno),* Cr (criseno),* Py (pireno) y Phe (fenantreno),
y que los compuestos más frecuentes son Ace (acenafteno), Py (pireno), Phe (fenantreno),
Ac (acenaftileno), Flu (fluoranteno), y Na (naftaleno).[8]
(* HAPs con actividad genotóxica y mutagénica, según la «Guía de Actuación y Diagnóstico de
Enfermedades Profesionales»
del Ministerio de Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación
(Superintendencia de Riesgos del Trabajo, p. 8)
También vieron que el patrón de composición de los HAPs
está dominado por compuestos con dos, tres y cuatro anillos de benceno, en ese
orden, con promedios porcentuales que van del 41% al 19% de abundancia
relativa. Ocasionalmente, aparecen HAPs de seis anillos de benceno por encima de los límites de cuantificación,
particularmente en ALLD (NR7) y ALLG (NR8),[9]
ubicaciones cercanas a instalaciones de gas o petróleo.[10]
El límite de cuantificación se establece como un valor tres veces el límite de detección, como explican les autores en la parte
metodológica del estudio:[11]
entendemos de todo esto que en Allen hay un elevado registro de HAPs de seis
anillos.
Los grupos de dos y tres anillos están representados
por Na (naftaleno), Ac (acenaftileno), Fl (fluoreno) y Phe (fenantreno). Estos
compuestos se caracterizan como compuestos de bajo peso molecular y son marcadores
característicos de fuentes petrogénicas (es decir derivados del petróleo[12]).
Por su parte, el grupo de cuatro anillos de benceno
indica un origen mixto, comúnmente combustión de combustible y materia orgánica.
El mismo está representado por Flu (fluoranteno), Py (pireno), y Cr (criseno).
Pireno (C16H10)
y sus cuatro anillos hexagonales (bencenos). Fuente: Wikipedia.
La detección de HAPs de seis anillos de benceno (por ejemplo, benzofluorantenos) en NR7 ALLD y NR8 ALLG sugiere una contribución adicional de los procesos pirolíticos de alta temperatura. (La pirolisis es la combustión incompleta de material orgánico, incluyendo hidrocarburos y carbón mineral.[13])
Otra: los valores de PAHs en MPS varían con las estaciones
El estudio reveló que los flujos promedio de HAPs son ligeramente más altos
en noviembre—diciembre
que en agosto, coincidiendo con la variación interestacional del caudal del río.
(En el Informe, en la p. 89, se indica que el río Negro posee un caudal medio
de 1072 m3.s-1 en agosto y 418 m3.s-1 en
diciembre.) Esta diferencia de caudal explicaría la mayor carga de HAPs en la estación
cálida, debido a un menor flujo de agua.
Ojo: la variación ocurre en los HAPs medidos
en el MPS; si el análisis se hubiera hecho sobre sedimento, quizás no se habría
registrado tanta la variación. De todas formas, en el paper se aclara que se procuró minimizar esa variación tomando
muestras en distintos puntos de la cuenca y en distintas épocas del año.
El paper
habla de ligera variación (slightly
higher average PAH flows in summer than in winter / flujos medios de HAP ligeramente superiores en verano que en invierno)
pero si uno mira la Figura 5 del trabajo, se observa una amplia variación, al
menos en algunos sitios. Lo mismo sucede con la Figura 10 del Informe.
Figura 10 del Informe. Sumatoria de PAHs (ng/L fase particulada) en cada sitio de muestreo (Campaña agosto y diciembre 2018)
En la Figura 5B del paper, en el eje vertical de la izquierda, los microgramos del
texto están llevados a nanogramos (1 ng, la milmillonésima parte de un gramo). Así,
por ejemplo, el valor que mencioné más arriba de 199,36 μg g-1 d.w.
correspondiente al sitio NR7 de Allen, el más alto del estudio,[14]
se indica en la Figura 5B con valores cercanos a los 200.000 (ALLD). Estos
200.000 son nanogramos.
En el Informe, ese mismo sitio (NR7 ALLD en el paper), indicado simplemente como ALLD o
«Allen Gasoducto Pozo», medido en ng/L, no le gana al
sitio «F ORO PII» (NR6 ORO en el paper). Con sus 1827,4 ng/L, el máximo para
todo el estudio plasmado en el Informe, F. ORO II posee un valor bastante mayor
más que los 957 ng/L que el mismo documento reporta para el sitio de ALLD de Allen,
el cual pasa al segundo lugar.[15] De todas formas, el máximo de HAPs en noviembre—diciembre anda por ahí: entre Oro y Allen.
Para les autores del paper la diferencia estacional (más o menos leve) está impulsada
particularmente por registros altos de HAP en Neuquén (ciudad), Fernández Oro y
Allen, todas ubicaciones que apoyan instalaciones industriales/petróleo/gas
intensivas en el área como fuentes potenciales.[16]
Es decir: la causa principal de la variación debe buscarse en lo que pasa en
algunos sectores de la cuenca.
Ojo: el
paper no dice que esos altos niveles
de HAPs que se alcanzan en noviembre—diciembre se deben a la extracción
petrolera o gasífera en esas «zonas
pico» (a pesar de que en la
Figura 5B los picos de HAPs se hacen coincidir con los «guanacos»
petroleros); de lo que habla el paper
es de la presencia allí de industrias petróleo intensivas.
Para cerrar con el asunto de las variaciones
estacionales de HAPs en el MPS del RN diré que el Informe da algún dato más al
respecto, por ejemplo, que en agosto los niveles más altos se dan en
la isla La Paloma (sitio 19 en la Tabla 8, LS 40° 52’ 32’’/ LO 62° 54’ 34’’,
cercana al Balneario El Cóndor), como se ve en la Figura 10 (p. 53).
Calculando Riesgos
Ok, sabemos que hay un montón de estos HAPs en el MPS del río Negro, que algunos
HAPs son más jodidos que otros, y que su flujo varía de agosto a diciembre, pero
¿hasta qué punto representan un riesgo para la salud del ecosistema?
Existen varias formas de conocer el potencial riesgo
ecológico de los HAPs adsorbidos por el material particulado en suspensión del
río Negro. Les firmantes del paper optaron
por estimarlo a partir de la aplicación de cocientes de riesgo (RQ, Risk Quotient), usando datos de la
literatura científica de NC (Negligible
Concentrations o concentraciones insignificantes) y MPC (Maximum Permissible Concentration o
máximas concentraciones permisibles) para cada uno de los HAPs monitoreados.
Lo que obtuvieron fue lo siguiente (transcribo directamente
del paper para no meter la pata): «Todos los RQsNCi calculados fueron > 1, lo que indica
que no hay áreas con preocupación
insignificante en lo que respecta a los HAP. Además, nueve RQMPCi fueron > 1 (nafteno, acenaftileno, acenafteno,
fluoreno, fenantreno, antraceno, pireno, criseno* y benzo-b-fluoranteno*), lo que indica un alto riesgo de efectos
potenciales para la biota y la necesidad de acciones de mitigación.» (Las negritas son mías.)
9 HAPs en offside
sobre 16 HAPs monitoreados, suena realmente preocupante.
(* Posibles cancerígenos para el ser humano, de acuerdo con la Agencia Internacional de Investigación del
Cáncer: IARC por su sigla en inglés).[17]
En el Informe, el riesgo potencial de los HAPs se mide
de otra forma: se comparan los valores obtenidos con los valores críticos de
toxicidad que figuran en un documento generado por el gobierno de Canadá: las Canadian water quality guidelines for the
protection of aquatic life: Polycyclic aromatic hydrocarbons (PAHs).[18]
En estas guidelines (o pautas, en criollo) se indican los valores correspondientes
a 12 HAPs potencialmente tóxicos para la biota de agua dulce: acenafteno,
acridina, antraceno, benzo-a-antraceno, benzo-a-pireno, criseno, fluoranteno, fluoreno,
naftaleno, fenantreno, pireno, quinolina (Tabla I de las guidelines).
De
estos 12, 8 se monitorearon en el Informe del río Negro (de los que figuran en
el documento canadiense, faltan en el informe rionegrino acridina y quinolina: entiendo
entonces que son 10). A su vez, en las guidelines
figuran 6 HAPs que no figuran en el estudio del río Negro: acenaftileno, benzo-a-fluoranteno,
benzo-k-fluoranteno, dibenzo-ah-antraceno, benzo-ghi-perileno, indenofireno.
¿Qué evaluación se hace en el Informe de las mediciones
de HAPs en MPS efectuadas en el río Negro? ¿Hay cantidades en exceso al punto
de representar un riesgo? (vimos que en el paper
el tono era más bien de preocupación).
Transcribo lo siguiente de las pp. 55 y 56
del Informe: «Como resultado, solo se registraron excedencias (=¿valores
en exceso?) a partir de 4 de los 8 compuestos
nomenclados* (antraceno, pireno, fluoranteno y benzo-a-antraceno) y estas
excedencias ocurrieron en < 20% del total de muestras analizadas (Grafico
indicativo en la Figura 11). Como corolario, a lo largo de dos periodos de
muestreo y en un total de 21 estaciones de muestreo que abarcaron las tres
cuencas (alta, media y baja), más del 80
% de las muestras de agua obtenidas se hallaron dentro de los objetivos de
calidad para PAHs más exigentes en cuanto a estándares internacionales.»
(Las negritas son mías.)
* Se refiere a los compuestos contemplados en las guidelines canadienses, los cuales se
pueden ver acá: https://ccme.ca/en/resources#
Quizás son cosas mías, pero encuentro en el
Informe de 2019 una tendencia a ver el vaso lleno. (En la frase de arriba, lo
que destaqué en negrita: me caí de un tercer piso y solo me fracturé un brazo; me caí de un tercer piso y más del 80% de los huesos de mi cuerpo
no se rompieron.) Hay un tono más tranquilizador que en el artículo de Environmental Pollution, aunque no tanto
como en la nota del «Río Negro» que mencioné más arriba (aquella
de la frase «Si bien existen algunas
excedencias puntuales a los valores recomendados, etc.»),
donde el tono tranquilizador es llevado a un extremo onda «está
todo bastante bien, pero no hay que bajar la guardia» (textualmente: «los
efectos sobre el ecosistema acuático no revisten de severa peligrosidad,
pero advierten (les
autores) que las señales de alerta no deben ignorarse»).
Más allá de eso, convengamos que un 20% de
las muestras con 4 de 8 HAPs excedidos no parece muy tranquilizador.[19]
E incluso uno de los HAPs que dan mal en el 20% de las muestras es uno de los
más jodidos: el posible cancerígeno benzo-a-antraceno.
Para no dejar lugar a dudas, transcribo del mismo
resumen de Environmental Pollution lo
que concluyen les argentines: «El
análisis del cociente de riesgo mostró un bajo riesgo planteado por los POCs,
pero un alto riesgo de efectos potenciales sobre la biota planteados por los
HAPs, destacando la necesidad de medidas de atenuación.»
Ríos hay mejores
Ok, sabemos que hay un montón de estos HAPs en el MPS del río Negro, que algunos
HAPs son más jodidos que otros, que su flujo varía de agosto a diciembre, y que
muestran un alto riesgo potencial, pero ¿cuán contaminado está nuestro Curru Leufú con relación a otros ríos
del mundo (siempre hablando en términos de concentraciones de PAHs en MPS)?
También con relación a esto hay diferencias entre el paper y el Informe. O mejor dicho: hay un
dato que está en el paper que
completa (y a mi entender matiza) un dato que está en el Informe.
Vayamos primero al Informe, a la p. 56. Allí encontramos
lo siguiente:
«En comparación con otros
ríos, la media del contenido de PAHs en el MPS del rio Negro se ubicó en un rango bajo (media de 352,7
ng/L es decir, trecientos cincuenta y dos
nanogramos de HAP en el MPS que hay en un litro de agua, en itálica la acotación
mía) muy por debajo de los
valores reportados en el Rio Amarillo (China) (citas aquí), cuenca del Rio
Dailao (China) (más citas por acá), Rio Pearl (China) (más) y similares a los
reportados para el Rio Sarno (Italia) (una última). Al considerar el rango
total de valores de las concentraciones de PAHs obtenidas, existieron registros
puntuales ubicados en un región de impacto moderada (>1000 ng/L).»
Ahora, yendo al paper,
p. 7, encontramos esto otro: «En comparación con otros grandes ríos del
mundo, las concentraciones de PAH en el SPM eran más altos que otros ríos como el Tíber, el Sena y el
Mississippi; sin embargo, considerando los niveles relativamente bajos de SPM
en el RN, las cantidades de PAHs transportados por el SPM estaban en el rango bajo al considerar la fase particulada del agua
(con una media de 352,7 ng.L -1),
es decir, por debajo de la valores informados para el río Amarillo, cuenca del
río Daliao, y el río Pearl, y similar a los informados para el río Sarno.»
O
sea, si no entendí mal, si se toma la concentración de HAP por peso del MPS
seco nos da valores altos, pero si se considera el peso de HAP en el MPS que
hay en un litro de agua (la «fase particulada» del
agua) nos da valores bajos (ojo: bajos con relación a esos ríos que
se mencionan en el Informe), por la sencilla razón de que en el río Negro hay
poco MPS por volumen de agua.
Sin
ser un especialista en ambientes acuáticos continentales, mi mirada de vaso medio
vacío me dice que nuestro Curru Leufú
está peor que otros ríos; que no está bien.
¿Cuál es la fuente de los HAPs del
río Negro?
Ok, sabemos que hay un montón de estos HAPs en el MPS del río Negro, que algunos
HAPs son más jodidos que otros, que su flujo varía de agosto a diciembre, que
muestran un alto riesgo potencial, y que nuestro río está peor que unos y mejor
que otros en este aspecto. Pero todavía falta saber cuál o cuáles son las
fuentes de esos contaminantes; de dónde joraca salieron.
Hay distintas fuentes posibles por cada tipo de HAP, de
manera que los resultados de los análisis nunca son tan precisos como uno
quisiera, en especial con respecto a su origen. No podríamos afirmar, por caso,
que la presencia de tales HAPs revela que hubo un derrame de crudo, y menos un
derrame de crudo de tal compañía petrolera, ya que las fuentes de los HAPs
petrogénicos (es decir, aquellos derivados del petróleo) son diversas.
Para evaluar más a fondo las fuentes potenciales de
esos HAPs, les científiques argentines aplicaron tres de los que elles
denominan «índices moleculares
tradicionales»: 1) Flu vs. Flu
+ Py (Fl/202); 2) An vs. An + Phe (An/178), y 3) bajo/alto peso molecular
(LMW/HMW).
Con respecto al primer índice, el Fl/202, tenemos que valores < 0,40 (menores a 0,40) son a menudo
indicadores de origen petrogénico (recordemos,
«petrogénico» significa «derivado del petróleo»,
aunque podría tratarse de petróleo no quemado, diésel, carbón o aceites;[20]
> 0,40 y < 0,50 (valores entre 0,40 y 0,50) se atribuyen comúnmente a un origen pirolítico (es decir, fruto de
la combustión de petróleo, aceites y combustibles de vehículos); y los valores
superiores a 0,50 se atribuyen comúnmente a la quema de pastos, madera y
carbón.
En cuanto al An/178,
valores > 0,10 indican pirólisis y < 0,10 corresponden a fuentes de
petróleo no quemadas (o sea petrogénicas).
Por último, valores
de LMW/HMW < 1 sugieren una carga
de HAP pirolíticos, mientras que valores más altos indican fuentes petrogénicas.
Estos índices están buenos pero poseen la desventaja
que requieren la presencia de pares de HAPs que no siempre están en todas las
muestras. Las muestras del río Negro no presentaron esa dificultad, de manera
que fue posible estimarlos.
¿Qué revelaron esos índices con respecto a los HAPs
presentes en el MPS del río Negro? Algo comenté más arriba sobre este punto (Qué vieron). Para hacerla corta, hay de
todo un poco: hay señales de petróleo, aceite, combustibles para la combustión
de petróleo y gas (fuels to oil and gas
combustión), y productos de la quema de petróleo y biomasa.
Particularmente, el tramo superior del río mostró una «huella mixta», con contribuciones de combustibles no quemados y derivados
del petróleo quemados, lo cual revela una fuerte presión antropogénica en el
área.[21]
No estamos bien, pero vamos mal
Cierro este posteo como lo empecé, con la frase que figura en las «Conclusiones» del paper: «Por otra parte, ellos (nuestros análisis etc.) predijeron un alto
riesgo de efectos potenciales sobre la biota, lo que requeriría acciones urgentes de control/mitigación, por
ejemplo, el tratamiento de efluentes urbanos que desembocan en el río y las
emisiones atmosféricas urbano/industriales en la cuenca NR del río Negro.»
Urgentes: el paper
habla de urgencia, palabra que no figura en las 130 páginas del Informe ni en
la nota del «Río Negro». Urgentemente hagamos algo que el
vaso se está vaciando y se va a vaciar del todo si no hacemos nada.
[1]
Arias, A.H., Oliva, A.L., Ronda, A.C., Tombesi, N.B., Macchi, P., Solimano, P.,
Abrameto, M. y Migueles, N. 2023. Large-Scale spatiotemporal variations, sources, and risk assessment of banned
OCPs and PAHs in suspended particulate matter from the Negro river, Argentina. Environmental Pollution 320 (2023)
121067. Un resumen del paper puede
leerse directamente desde aquí https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0269749123000696
[2] Migueles,
N. (coord.). 2019. Informe del Estado
Ambiental del Río Negro. Universidad Nacional de Río Negro, 128pp. El Informe descargarse de aquí: https://rid.unrn.edu.ar/handle/20.500.12049/5300.
[3] Arias A. H.
2008. Comportamiento de los hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH´s) en
agua, sedimentos y organismos de la zona interna del estuario de Bahía Blanca.
Tesis doctoral. Bahía Blanca, UNS. Citado en Aristimuño, R. 2022. Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos (PAHs)
en sedimentos de la cuenca inferior y desembocadura del río Negro, Argentina:
Análisis de fuentes y grado de toxicidad. Trabajo Final de Licenciatura,
Universidad Nacional de Río Negro.
[4]
Aristimuño, 2022, p. 7.
[5] Hay un error en el mapa de la Figura 1. En el mismo, la
ciudad de General Roca está indicada a la altura de Choele Choel, y dos de los
sitios de Allen (Barrio Costa Oeste), uno, NR8, cae entre Cervantes e Ingeniero
Huergo, y otro, NR7, a la altura de Guerrico.
[6] https://www.rionegro.com.ar/ciencia/que-esta-pasando-con-los-hidrocarburos-y-agrotoxicos-que-llegan-al-rio-negro/
[7]
Arias et al., 2023, p. 7.
[8]
Arias et al., 2023, p. 7.
[9] En
el paper hay un error en la p. 8: se
indica al ALLG como NR7 y al ALLD como NR8.
[10]
Arias et al., 2023, p. 8.
[11]
Arias et al., 2023, p. 3.
[12] https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/14_guia_hidrocarburos_aromaticos_policiclicos_-_final_-_ok_0.pdf
[13] https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/14_guia_hidrocarburos_aromaticos_policiclicos_-_final_-_ok_0.pdf
[14] Arias
et al., 2023, p.7
[15] Migueles
(coord.), 2019, p. 54
[16]
Arias et al., 2023, p.7.
[17] Guía de Actuación y Diagnóstico de
Enfermedades Profesionales del Ministerio de Ministerio de Producción y
Trabajo de la Nación (Superintendencia de Riesgos del Trabajo), p. 9.
[18] Canadian Council of Ministers of
the Environment. 1999. Canadian water
quality guidelines for the protection of aquatic life: Polycyclic aromatic
hydrocarbons (PAHs). En: Canadian environmental quality guidelines, 1999,
Canadian Council of Ministers of the Environment, Winnipeg.
[19]
Ojo: en el paper también se invocan las
guidelines canadienses, pero no para
los HAPs. Se las invocan en dos oportunidades: en la p. 3 para dar cuenta de
los niveles de un tipo de biocidas organoclorados muy persistente en sedimentos
(hexaclorociclohexanos,
HCHs), y en la p. 5 dos veces, para evaluar la concentración de DDX y
Endosulfan, otros dos biocidas organoclorados. Esto también se hace en el
Informe.
[20]
En la Guía de Actuación y Diagnóstico de
Enfermedades Profesionales del Ministerio de Ministerio de Producción y
Trabajo de la Nación (Superintendencia de Riesgos del Trabajo) se abordan los
HAPs en su capítulo 14 (https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/14_guia_hidrocarburos_aromaticos_policiclicos_-_final_-_ok_0.pdf).
Allí se menciona, en la p. 6, que los HAPs pueden clasificarse en biogénicos, petrogénicos y pirogénicos:
«Los HAP petrogénicos son
derivados del petróleo. Sus principales compuestos incluyen a los homólogos
alquilados y no sustituidos de naftalenos, fluorenos, fenantrenos,
dibenzotiofenos y crisenos. Generalmente ingresan al ambiente en fase gaseosa
(por evaporación-depósito) y en fase líquida (derrames de crudo)»
[21]
Arias et al., 2023, p. 8.
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