FUENTES TURBIAS II (MEKOROT: SEGUNDO INFORME DE AVANCE SOBRE LOS RECURSOS HÍDRICOS DE RÍO NEGRO)

 

 
Arabela Carreras, gobernadora de Río Negro, a los abrazos con Yitzhak Aharonovich, presidente de Mekorot. A la izquierda, el secretario general del Consejo Federal de InversionesIgnacio Lamothe; a la derecha, aplaude Wado de Pedro, entonces  ministro del Interior de la Nación. Fuente

 

Lo de la foto de arriba ocurrió el 13 de febrero de 2023. Ese día, en un acto realizado en CABA, el CFI y MEKOROT, la compañía nacional del agua de Israel, firmaron una serie de contratos para desarrollar proyectos para la gestión del agua en varias provincias, entre ellas Río Negro. Arabela Carreras, en su rol de gobernadora de la provincia, acompañó con su firma el contrato que involucra a Río Negro, el cual posee como objetivo la elaboración de un Plan Maestro para el sector hídrico. Durante más de un año, ese contrato permaneció en las sombras. Recién en junio de 2024, la legisladora provincial Ayelén Spósito (bloque Vamos con Todos) consiguió una copia del mismo, a través de un pedido de informes.

El contrato contiene un Anexo A («Descripción de los servicios») con un Plan de Trabajo dividido en 7 etapas. (En el cuerpo del contrato, artículo 2.2, figuran como 7 «servicios de consultoría», no como etapas.) Son las siguientes:

Etapa 1. Análisis de la situación actual del sector agua en la provincia de Río Negro. (El 1er Informe de Avance que comenté en mi posteo anterior Fuentes Turbias I, corresponde precisamente a esta etapa.)

Etapa 2. Proyecciones de la demanda del sector del agua en la provincia de Río Negro y la oferta de recursos hídricos, ambos considerando la influencia del cambio climático.

Etapa 3. Evaluación y propuesta una Autoridad de Regulación de Servicios de Agua Potable y Saneamiento (sic). (Suena a que pretenden desguazar o eliminar el Departamento Provincial de Aguas, DPA, y reemplazarlo por otra cosa.)

Etapa 4. Evaluación de la necesidad de desalinización de agua para el abastecimiento de agua potable en localidades de la Región Sur y en poblaciones de la Zona Atlántica de la provincia de Río Negro y las alternativas técnicas existentes.

Etapa 5. Planificación, optimización y acompañamiento a nivel Provincial del reuso de los efluentes generados en las plantas de tratamiento de líquidos cloacales.

Etapa 6. Evaluación integral para la modernización del canal Pomona-San Antonio.

Etapa 7. Cálculo del valor económico del agua.

En este mismo contrato (artículo 3.1), se indica que Mekorot cobrará por el trabajo US$1.000.000 (se supone que los pagará el CFI). (En realidad, ese millón corresponde a la contraprestación total neta; la bruta es algo mayor: US$1.459.854,01.)

En este posteo comentaré lo que hay en el 2do Informe de Avance, correspondiente a la Etapa 2 del contrato, que lleva por título «Proyecciones de la demanda del sector del agua en la provincia de Río Negro y la oferta de recursos hídricos, ambos considerando la influencia del cambio climático».[1]

Este 2do Informe de Avance, que posee fecha octubre de 2024, y cuya elaboración, al igual que el primero, es obra del CFI, Mekorot y el DPA (entiendo que por partes iguales: los membretes de los tres organismos figuran en todas las páginas del documento), fue conseguido por Magdalena Odarda (bloque Vamos con Todos), y fue recibido por mesa de entradas del Poder Legislativo el 9 de abril de 2025. (Recordemos que el 1er Informe de Avance lo había conseguido por la vía administrativa Fabiana Vega, de la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Viedma y Patagones, y el acompañamiento de distintas asambleas socio ambientales de la provincia (ver Fuentes Turbias I.) Dicho sea de paso, es vergonzoso que hayamos tenido que arrancarle al gobierno cada informe o documento vinculado con este asunto: en otras provincias, como Mendoza, los informes de Mekorot y el plan hídrico provincial están disponibles en la página oficial del gobierno.[2] De hecho, debido a razones como esta, diversas organizaciones sociales, ambientales, sindicales y de derechos humanos de la provincia (Asamblea por la Tierra y el Agua de Las Grutas, la Multisectorial por el Golfo San Matías, la Asociación por el Agua del Comahue, la Campaña Fuera Mekorot, la Red de Comunidades Costeras, la Pastoral Social de la Diócesis de Viedma, la Central Autónoma de los Trabajadores y las Trabajadoras (CTA), distintas regionales de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), el Movimiento Río, junto a ciudadanas y ciudadanos independientes, profesionales ambientalistas y la legisladora Magdalena Odarda) presentaron una denuncia colectiva ante el Comité de Apoyo a la Aplicación y el Cumplimiento del Acuerdo de Escazú.[3]

Básicamente, lo que hay en este 2do Informe de Avance es una serie de estudios que, dicen sus autores, «buscan determinar la relación entre la oferta y la demanda en un escenario tendencial futuro para el año 2055 contemplando los efectos causados por el Cambio Climático a la disponibilidad de recursos hídricos en los distintos sistemas provinciales».[4]

A lo largo del mismo hay muchos datos desagregados, por cuenca hídrica y por uso, y muchísimos cuadros y mapas. Aquí obviamente voy a simplificar, y mencionaré solamente lo que me pareció más relevante o me causó mayor interés.

Como comenté en Fuentes Turbias I, todos o prácticamente todos los datos crudos volcados en estos informes de avance (al menos en los dos primeros) fueron generados por organismos provinciales, interprovinciales, nacionales, e incluso del exterior: DPA, Aguas Rionegrinas SA (ARSA), Autoridad Interjurisdiccional de las Cuencas de los ríos Limay, Neuquén y Negro (AIC), Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (COIRCO), Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR), U.S. Geological Survey (USGS), Environmental Systems Research Institute (ESRI). En el 1er Informe de Avance, hay un reporte elaborado por un ingeniero de Mekorot que visitó la provincia (Matan Hadari, Jefe del Departamento de Calidad de Agua de la empresa); en este segundo informe de avance no hay nada de eso. El aporte de Mekorot a este segundo informe, lo que lo convierte en algo más que una monografía realizada a partir de información generada o recabada por otros (los organismos que mencioné más arriba), es la aplicación de un método propio para la estimación de la tasa de recarga de los acuíferos, como veremos más adelante.

En principio, este 2do Informe de Avance se divide en 4 secciones:

Sección 1. Se estima la oferta hídrica actual (el agua disponible, que había comenzado en el 1er Informe de Avance).

Sección 2. Se analizan los efectos del cambio climático sobre los recursos hídricos.

Sección 3. Se estima la demanda hídrica actual (agua para uso agrícola, poblacional, e industrial).

Sección 4. Se realizan los balances prospectivos para el escenario tendencial al año 2055 (cómo andaremos de agua para ese año, considerando una disminución de la oferta y un aumento de la demanda).

Cada sección fue pensada como un informe distinto, con su índice, resumen, introducción, secciones, resultados, discusión y conclusiones, y bibliografía, lo que hace un poco confusa la lectura; al menos a mí se me hizo bastante confusa.

Por ejemplo, en la parte correspondiente a «proyecciones de la demanda», hay una parte con un resumen sobre la demanda actual, que corresponde a una sección diferente.

Otro ejemplo: en la página 10, hay un título: «Sección 1: Introducción y resumen ejecutivo»; pero en la introducción de esa sección 1, se habla de una sección 1 que corresponde a un análisis de la estimación de Agua Disponible para la provincia.

Lo que haré aquí será simplificar y tomar esas cuatro secciones que mencioné arriba como ítems organizadores, y los desarrollaré con lo que encuentro en el informe, independientemente de la sección en la que se hallen. A diferencia del 1er Informe de Avance, este que le entregaron a la legisladora Odarda está escaneado (lo que hace imposible efectuar búsquedas con las herramientas informáticas habituales), un truco viejo y berreta de aquellos gobiernos que hacen todo lo posible para desalentar la participación ciudadana, cosa en la que Weretilneck, definitivamente, no cree (ya dije: hubo que arrancarle el contrato y los informes).

 

Arroyo Valcheta, a la altura del paraje Chipauquil. Fuente 


Sección 1. ¿Cuánta agua disponible hay en Río Negro?

El agua que usamos les rionegrines proviene de las cuencas fluviales (principalmente de los ríos Limay, Neuquén, Negro y Colorado) y del subsuelo.

Es muy difícil estimar la cantidad de agua de nuestros ríos, ya que se encuentran muy intervenidos: varios diques, no todos en Río Negro (5 sobre el Limay; el complejo Cerros Colorados sobre el Neuquén, 2 sobre el Colorado, contando Salto Andersen), y canales de riego varios, que toman agua de un lado y la descargan en otro. De todas formas, es claro que en los últimos años, al menos hasta 2023, la disponibilidad de agua disminuyó dramáticamente en toda la provincia (y no sólo en ella). (Los autores del informe mencionan que ese periodo seco culmina en 2023, pero que esa inflexión cae fuera del lapso abarcado por el documento.)

Esta disminución se observa en todos los ríos de la provincia.

En el río Neuquén, a la altura de El Chañar (provincia del Neuquén), a pocos kilómetros del límite interprovincial, la disponibilidad de agua (considerando lo erogado por el dique compensador) fue, durante el periodo de 20002010, de 9.010 hm3/año (1 hm3 = 1 millón de m3), mientras que en el periodo 20112023, ese mismo valor fue de 4.191 (lo que significa una reducción del 54%).[5]

En el río Negro, en Allen, la disponibilidad de agua para el periodo 20012010 fue de 28.573 hm3/año; para el periodo siguiente, 16.271 hm3/año (una reducción del 42%).[6]

En el río Colorado, a la salida de Casa de Piedra, los datos recabados también reflejan esa merma generalizada. Para el periodo 19952010 el agua superficial disponible fue de 4215 hm3/año; para el periodo 20112022 fue de 1851 hm3/año (una disminución del 56%).

El río Colorado debe cubrir las necesidades hídricas de las cinco provincias que atraviesa (Mendoza, Neuquén, La Pampa, Río Negro y Buenos Aires). En el seno del COIRCO, se estableció un acuerdo mediante el cual le corresponden a Río Negro unas 634 hm3 por año. (En 2022 la provincia demandó 386 hm3 y lo proyectado, o sea el escenario tendencial, es de 401 hm3.[7]) Actualmente, el COIRCO está realizando un estudio de balance hídrico a futuro, con el objeto de revisar ese acuerdo, lo que seguramente determinará una revisión de los cupos asignados a cada provincia.[8]

Con respecto a los ríos que administra la AIC (Limay, Neuquén y Negro), no existe un cupo de distribución de caudales. De hecho, los autores del Informe cuestionan que desde la AIC no se haya hecho lo mismo: «Es fundamental que las provincias condóminas (de esos ríos) acuerden un cupo o metodología de distribución de caudales para poder realizar una planificación ordenada del desarrollo productivo de la cuenca».[9] (Ignoro si la provincia de Río Negro, a través de su representante en la AIC, hizo este cuestionamiento en el seno del organismo interprovincial, o si es algo que ahora le metió en la cabeza Mekorot.)

(Con respecto al agua disponible de nuestros ríos, digamos, para terminar, que el 2do Informe de Avance no comprende a las cuencas hídricas andinas y de la región sur, por carecerse de datos sistemáticos, explican sus autores.[10])

El 2do Informe de Avance también aborda la disponibilidad de agua subterránea.[11] Los autores del documento estiman ese parámetro a partir de la tasa de recarga de los acuíferos, es decir, de la velocidad a la que el agua superficial entra al acuífero (recordemos lo dicho en Fuentes Turbias I: acuífero es un cuerpo de roca por el que el agua puede infiltrarse, almacenarse y circular).

Como comenté al comienzo, para la estimación de la capacidad de recarga Mekorot aplicó un modelo de elaboración propia, al que nutrió con datos del DPA, INTA, SEGEMAR, USGS, ESRI (Environmental Systems Research Institute).[12]

Para calcular la tasa de recarga, el modelo israelí toma en cuenta 4 parámetros: recarga potencial (o sea, las precipitaciones), pendiente de las pendientes (sic), cobertura del suelo (o sea, si la superficie está desnuda, inundada, cubierta de vegetación natural o cultivos, o construida), y litología del acuífero (o sea, el tipo de roca que compone el acuífero). La recarga potencial es el parámetro más sensible del modelo, dicen los autores del informe, y se derivaron de datos del INTA sobre precipitaciones medias anuales.[13]

El 2do Informe de Avance reconoce 9 tipos distintos de acuíferos, según su litología:[14] 1) acuíferos de basamento cristalino (que se exponen en el sur, pero que tal vez tengan presencia en el subsuelo de toda la provincia); 2) acuíferos basálticos (en el sur y centro de la provincia, el acuífero de la meseta de Somuncura corresponde a este tipo); 3) acuíferos aluviales (incluyen a aquellos que se hallan bajo canales fluviales activos o en rellenos de antiguos canales); 4) acuíferos de sedimentos cretácicos (básicamente de areniscas: es de este tipo de acuíferos que las petroleras rionegrinas extraen el agua; obvio: los técnicos dicen que esta agua no es apta para el consumo humano); 5) acuíferos de sedimentos terciarios-Formación Río Negro (de aguas salobres); 6) acuíferos de sedimentos mixtos (ubicados en el centro de la provincia, entre los cretácicos y terciarios); 7) acuíferos del Triásico de los Andes (al oriente de la cordillera: no hay muchos datos sobre la calidad de agua o el caudal de este acuífero); 8) acuíferos de depósitos glaciares (localizados en los valles profundos de la cordillera, calidad del agua buena, pero caudales bajos); 9) gran acuífero fluvial (el cual rodea los grandes ríos de la provincia: calidad de agua buena, excepto que haya contaminación industrial. Sus niveles dependen del aporte de los ríos, más que de la lluvia.)

El modelo de Mekorot tiene su valor, pero un valor relativo, dado que no garantiza la calidad del agua.[15] Considerando toda la provincia, y aplicando su modelo, Mekorot calculó tasas de recarga anual de entre 8,5 al 10,7%, lo que se corresponde con lo esperado para zonas áridas.[16]


Embalse Casa de Piedra, sobre el río Colorado. Foto tomada en abril de 2023, antes de las lluvias que mejoraron la situación hídrica del embalse. Fuente 


Sección 2. ¿Cómo afectará el cambio climático la disponibilidad de agua en nuestra provincia?

El informe aborda los escenarios a 2040 y 2055 contemplando los efectos del cambio climático y la disponibilidad de recursos hídricos de los distintos sistemas.[17]

Se espera que en Río Negro las temperaturas medias aumenten 1,4° hacia 2050 con respecto al periodo 2000−2020, mientras que la evaporación lo haga 7% hacia 2050.[18]

Por su parte, se espera que las precipitaciones disminuyan 16% hacia 2050, considerando el periodo 2000−2023.[19]

Obviamente la disponibilidad de agua en Río Negro mermará: «los resultados muestran una clara tendencia de calentamiento y sequedad en la provincia de Río Negro y en las zonas altas de la Cordillera de los Andes que desembocan en la provincia. El modelo muestra una fuerte señal de reducción en las precipitaciones invernales en la cordillera, desde donde se producen los escurrimientos hacia las zonas áridas y semiáridas de la provincia».[20]

«La disminución de las precipitaciones y el aumento de las temperaturas conducirán a una menor acumulación de nieve en los Andes y, como resultado, a menores caudales en las dos cuencas principales de la provincia: Río Colorado y Río Negro (…) El aumento del índice de  sequía provocará condiciones de sequía más prolongadas e intensas».[21]

Concretamente, se habla, para el Colorado y el Negro, de una disminución de sus caudales de 12% para 2030; de 21% para 2055, y de 31% para 2070.[22] De hecho, estos dos ríos ya vienen mostrando una tendencia decreciente en sus caudales en los últimos 20 años con respecto al periodo 1980−2000, una disminución que promedia 12%.[23]

Climáticamente hablando, las cosas empeorarán no solo en los Andes y sus áreas de influencia, sino también en toda la región atlántica.[24]

Como bien sabemos, el cambio climático no supone solo sequías. En algunos puntos de la provincia (en las Tierras Bajas, así, con mayúsculas[25]) habrá un aumento de precipitaciones, pero ello, dicen los autores del informe, no alcanzaría a modificar el balance negativo: su efecto será despreciable y a lo sumo provocará inundaciones dañinas.[26]

  

Setiembre de 2019, nuestro río Colorado, con poca agua, a la altura del puente interprovincial Río Negro-La Pampa. Fuente 


Sección 3. ¿Cuál es el uso que actualmente hacemos del agua en nuestra provincia?

De la demanda actual de agua, 97% se lo lleva la agricultura (actualmente hay 163.000 ha bajo riego en toda la provincia, considerando todas las cuencas[27]), 2% el consumo poblacional, y 1 % el consumo industrial.[28]

Casi un 90% de la demanda bruta de agua (es decir, lo que se extrae del sistema considerando un factor de eficiencia) corresponde a la cuenca del río Negro (ríos Neuquén, Limay y Negro) (demanda bruta total = 5.011 hm3/ año; demanda bruta cuenca río Negro = 4.545 hm3/ año).[29]

«De las demandas de agua en la cuenca del río Negro, el 34,6% se abastece mediante tomas en el río Neuquén (principalmente para sistemas de riego), el 0,6% se abastece por el río Limay (abastecimiento poblacional de la ciudad de Bariloche) y el 64,8% corresponde a extracciones en distintos puntos del curso del río Negro desde la confluencia de sus afluentes hacia abajo, donde también el uso mayoritario es el riego agrícola».[30]

El río Colorado abastece el 7,9% y el resto 1,2% proviene de las demás cuencas.[31]

En cuanto al consumo agrícola, el consumo es muy poco eficiente: de cada 100 litros derivados del río Neuquén por el canal de riego, los cultivos cubren sus requerimientos con 20 (sin contar lo que va al lago Pellegrini). El resto son pérdidas por infiltración, evaporación y percolación profunda.[32]

Los autores del informe encuentran que las causas de la ineficiencia del sistema de riego (algunas coyunturales, otras estructurales) son las siguientes :[33]

1) grandes longitudes de canales sin impermeabilizar,

2) problemas de malezas acuáticas en verano,

3) bajo mantenimiento de las redes comuneras de riego,

4) sistemas que operan con niveles de agua altos para distribuir agua en las redes secundarias y comuneras y una parte de estos grandes caudales vuelven al río por descargadores,

5) áreas sin cultivar (abandonadas o urbanizadas) que hacen que existan extensiones de canales en áreas improductivas,

6) sistema de riego por gravedad (inundación),

7) sistemas de control de heladas en frutales con inundación y

8) falta de medición de caudales entregados a los regantes.

Gran parte de estas pérdidas vuelven al río por el sistema de descargadores y de drenaje, y el resto se infiltra, en algunos casos ocasionando problemas de salinización y elevación de la napa freática.

En realidad, cuando el informe habla de ineficiencia de los sistemas de riego, se refiere sobre todo al sistema público, con una eficiencia del 25,8%. El sistema privado es menos ineficiente: 59,2%.[34] 

A raíz de los datos obtenidos, los autores de este 2do Informe hacen un llamado a les agricultores rionegrines a modificar sus prácticas agrícolas (trabajar sobre los 8 puntos de arriba), sobre todo si pretenden mantener o aumentar la superficie cultivada.

Eso en cuanto al consumo agrícola. En cuanto al consumo poblacional, los autores del informe estiman un uso residencial y un consumo de agua no declarado. Este último, que corresponde a conexiones clandestinas, pérdidas, etc., es muy difícil de cuantificar, y solo se puede estimar de manera muy aproximada. Por ejemplo, la localidad de Sierra Grande posee un consumo sospechosamente alto (400 l/h/día), lo que hace sospechar a los autores del informe que existen importantes pérdidas del sistema debido a, posiblemente, la antigüedad de las instalaciones.[35]

Según datos aportados por ARSA, los autores del informe establecen un consumo promedio de 280 l/habitante/día, más un 50% como agua no declarada. En aquellas localidades donde el servicio no es prestado por ARSA, los datos fueron obtenidos de los planes directores para cada localidad.[36] Considerando todo, se obtiene un consumo promedio de 322 l/h/día, y si se le agrega ese bendito 50%, se obtienen 483 l/h/día.

Por último, el consumo industrial. La demanda en este rubro corresponde a galpones de empaque, frigoríficos, industria alimenticia, lavaderos, supermercados, y, obviamente, las petroleras.[37]

Las petroleras, limitadas al ámbito de la Cuenca Neuquina, consumen un montón de agua.[38] Hay 30 captaciones de agua del acuífero Grupo Neuquén, 3 del río Colorado, 2 del río Negro y 1 del canal principal. En total, el sector hidrocarburífero utiliza 4,48 hm3/año. De ese total, un 72,5% proviene del acuífero Grupo Neuquén.[39] (Recordemos que estos datos corresponden solo a la provincia de Río Negro.)

Grupo Neuquén es un acuífero confinado* cuya profundidad varía entre los 80 y los 300 m. Dicen los autores del informe que el agua de este acuífero no puede utilizarse para el riego. Porque es salobre, dicen.[40]

* (En Fuentes Turbias I, definía acuíferos confinados como aquellos que, a diferencia de los acuíferos libres, no están en contacto con la atmósfera debido a la presencia de materiales impermeables o confinantes. Poseen muy baja o nula capacidad de recarga natural. Cuando se perforan, el agua sube por encima por encima del nivel en el que se encontraba inicialmente, debido a la diferencia de presión con la atmósfera.) 

Esto es lo que consume cada una de las empresas (datos volcados por el DPA en un informe fechado en marzo de 2024).[41]

Oldelval toma agua pública de varias estaciones de bombeo: Estación Bombeo Medanito (del acuífero Grupo Neuquén, 400 m3 por mes); Estación Bombeo Allen (del Canal Principal, 4.200 m3 por mes); Estaciones de bombeo Chichinales, Chimpay, Zorrilla, Pichi Mahuida (del acuífero Grupo Neuquén, 1.500 m3 por mes).

Madalena Energy toma agua de Puesto Morales (del acuífero Grupo Neuquén, 3.300 m3 por mes).

Medanito SA toma agua de Compresora Gas (del río Colorado, 2.800 m3 por mes) y de Medianera (del acuífero Grupo Neuquén, 2.270 m3 por mes).

Vista Oil & Gas toma agua de Entre Lomas (grupo Neuquén, 184.500 m3 por mes), y de 25 de Mayo-Medanito SE (de dos fuentes distintas: del río Colorado, 170 m3 por mes, y del acuífero Grupo Neuquén, 14.950 m3 por mes).

YPF toma agua de tres lugares: 1) de Estación Fernández Oro (del río Negro, 7.100 m3 por mes, y del acuífero Grupo Neuquén, 3.850 m3 por mes); 2) de Punta Barda (del acuífero Grupo Neuquén, 18.000 m3 por mes); 3) de Señal Picada (del río Colorado, 88.150 m3 por mes, y del acuífero Grupo Neuquén, 2.650 m3 por mes)

Tecpetrol SA toma agua de Agua Salada (del acuífero Grupo Neuquén, 20.700 m3 por mes).

PSA SA Necon SA toma agua de Centro este (del grupo Neuquén, 2.000 m3 por mes) y El Medanito (del acuífero Grupo Neuquén, 7.750 m3 por mes).

Capex SA toma agua de Loma Negra (del acuífero Grupo Neuquén, 5.300 m3 por mes).

President Petroleum toma agua de dos lugares: de Puesto Flores/Estancia Vieja (del acuífero Grupo Neuquén, 950 m3 por mes) y de Angostura (del acuífero Grupo Neuquén, 200 m3 por mes).

En aquellas áreas maduras, operadas desde los años 70, la mayor parte del agua es utilizada en la recuperación secundaria (un 75%); en convencionales no maduros, el 80% es dedicado al «proceso» (no a la perforación); en no convencionales la relación se invierte: el 76% del agua utilizada se utiliza en la perforación (incluyendo la fractura).[42]

(Del informe se desprende que el agua utilizada en la recuperación secundaria es agua pública, obtenida del acuífero, no agua de formación surgida del mismo pozo petrolero. Lamentablemente, no hay información sobre la cantidad de agua requerida para la recuperación secundaria implementada en nuestros pozos.)

Sección 4. ¿De qué forma podremos hacer frente a un (inevitable) escenario de disminución de la oferta hídrica y aumento de la demanda?

Disminución de la oferta porque se prevé una reducción del agua disponible, y aumento de la demanda porque se prevé un aumento de la población y un aumento de la evapotranspiración (la suma de la evaporación desde el suelo y desde la superficie cubierta por las plantas y la transpiración desde las hojas de las plantas).[43]

De la disminución de la oferta ya hablamos en la sección 2.

Con respecto al aumento de la demanda, el informe prevé un aumento de 4% al 2040, y de 7% al 2055.[44], [45] Un dato importante con respecto a esto último: estas estimaciones suponen que nada se modifica excepto el crecimiento poblacional y los efectos del cambio climático: se trata, como informan los autores del informe, de un «escenario tendencial», en el que no hay un aumento de la superficie cultivada, ni nuevas industrias que requieran más agua, ni un aumento en la eficiencia del uso del agua (el equivalente a un escenario de business as usual). La demanda de proyectos mineros e industriales y potencial productiva serán objeto de un informe posterior (teniendo en cuenta los Informes de Avance por presentar, no me doy cuenta en cuál).

Aplicando una serie de fórmulas, calculan para Río Negro para el 2040 una población de 1.091.478 almas, y para 2055, una de 1.411.822. Para 2023 andamos en las 765.509.[46]

La demanda agrícola aumentará un 2,6% para 2040 y un 4,6% para 2055.[47] Al respecto, los autores del informe advierten: «La disminución proyectada en la disponibilidad de agua y el aumento proyectado en la demanda agrícola podrían, en algunas cuencas, obligar al sector agrícola a modificar sus prácticas actuales si se pretende mantener o aumentar la superficie cultivada».[48]

La demanda para consumo poblacional aumentará casi un 60% para 2040, y un 104% para 2055.[49]

La demanda de agua industrial aumentará un 12% para 2040, y un 15,6% para 2055.[50]

Para el caso de la cuenca del río Negro, hay una disminución del volumen anual de escurrimiento de 14,5% para 2040 y del 22% para 2055. Si bien el balance hídrico proyectado sigue siendo positivo (la suma de las ofertas sigue siendo superior a la suma de las demandas), recordemos que no se están considerando nuevos usos ni una ampliación de la zona irrigada: solo se considera el crecimiento poblacional y el aumento de la demanda agrícola por el aumento de la evapotranspiración.[51]

Para el caso de la cuenca del Colorado el panorama es más sombrío. Con una disminución proyectada del agua disponible de 11,9% para el 2040 y de 25,8% para el 2055, el balance prospectivo se estanca o disminuye levemente para 2055.[52] Es decir, que, manteniendo todo como está excepto el incremento poblacional, es posible que para 2055 el río Colorado no alcance a cubrir todos los usos: «se observa una situación compleja para la cuenca para 2040 y 2055 provocada por la disminución de los escurrimientos por el impacto del cambio climático. En estos casos, sin modificar las demandas por incrementos de la superficie regada de la cuenca, el balance se transforma en neutro o deficitario».[53]

Los autores del informe advierten que la oferta no se pude modificar pero sí la demanda: «ante esta situación se deberá prever políticas que propicien una mejora sustancial en las eficiencias y en aumentar la capacidad de regulación (mayor cantidad de embalses*) para resguardar volúmenes de agua en años hidrológicos medios o ricos y utilizarlos en años pobres, ya que dentro de la tendencia a la disminución de los volúmenes de escurrimiento se observarán variaciones importantes de escurrimientos entre ciclos».[54]  ChatGPT no lo podría haber expresado mejor.

* (Ver lo que escribí sobre los embalses del río Limay en Murmullos de amor que trae el Limay.)

 

¿Cómo sigue esto?

En principio, el contrato terminó el 15 de octubre de 2024: 18 meses a partir de la fecha de entrada en vigencia, el 15 de abril de 2023. (Recordemos que este 2do Informe de Avance está fechado, precisamente, en octubre de 2024.) Imagino que el contrato fue prorrogado, lo que implica que el CFI debió ponerse con más plata, en virtud del punto 3.5 de los términos del contrato: «en el caso de que la duración de este acuerdo se extienda más allá de 2 meses del “plazo” definido en la Cláusula 4.1, por causas no imputables a la Consultora, entonces la Contraprestación pagadera al Consultor por la Contratante por dichos Servicios durante este periodo de extensión será mensual y la Contraprestación pagadera por cada mes adicional de Servicios será de dólares estadounidenses setenta y dos mil novecientos noventa y dos con 70/00 (US$ 72.992,70) (…) (equivalente a US$ 50.000 netos)». (Si no hice mal la multiplicación, a diciembre de 2025, por el total de los meses transcurridos desde la terminación del contrato, 14, Mekorot habría embolsado unos US$ 700.000 adicionales… Por ahora, debido a que aún adeuda informes por 5 de las 7 etapas del trabajo.)

Entiendo que Mekorot debería presentar aún 5 informes, si es que ya no presentó un tercero. En realidad, el contrato no obliga a la empresa a presentar un informe de avance por cada uno de los 7 puntos acordados, por lo que podrían venir varios de esos puntos en un solo informe.

El que debería seguir a este 2do Informe de Avance es es el correspondiente a la «Evaluación y propuesta una Autoridad de Regulación de Servicios de Agua Potable y Saneamiento». Como comenté, esta propuesta supone el desguace o la eliminación del DPA y su reemplazarlo por otra cosa (raro que el DPA adhiera institucionalmente a esto). Hay que ver si ese 3er Informe de Avance aborda este asunto, o si se opta por alterar el orden de los temas y se lo patea para más adelante, o si directamente se lo elimina del temario, para evitar un seguro quilombo político y posiblemente gremial.

En FuentesTurbias I, escribí lo siguiente:

«Una nota de color. El 17 de febrero (de 2023), cuatro días después de que Arabela estampara su gancho en CABA, un grupo de legisladores de la provincia de Río Negro, evidentemente arabelistas, ingresó a la Legislatura un proyecto de declaración, el N° 62/2023, solicitando se declare de interés social, ambiental, económico y productivo la firma del contrato de consultoría entre el CFI y Mekorot. El proyecto, aún activo, duerme desde ese día en la Comisión Especial de Aprovechamiento Integral de los Recursos Hídricos, Recursos Energéticos y Servicios Públicos Tarifados de Río Negro. Esta renuencia albertista (por Weretilneck) a sacar una simple declaración de interés (porque en la legislatura nada se mueve o se frena sin la anuencia de Alberto Weretilneck) me hace pensar: ¿qué pensará AW de Mekorot y de ese dichoso contrato?)»

(Finalmente, el proyecto de declaración caducó el 22 de mayo de 2025.[55])



[1] CFI, Mekorot, DPA. 2024. Plan Maestro para el Sector Hídrico de la provincia de Río Negro. Etapa 2. 2° INFORME DE AVANCE. 191 pp.

[4] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 2

[5] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 12

[6] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 12

[7] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 151

[8] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 152

[9] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 152

[10] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 8

[11] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 11

[12] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 46

[13] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 74

[14] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 50

[15] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 52

[16] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 54

[17] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 85

[18] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 85

[19] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 98

[20] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 13

[21] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 13

[22] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 17

[23] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 96

[24] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 15

[25] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 102

[26] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 17

[27] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 135

[28] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 18

[29] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 120

[30] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 153

[31] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 153

[32] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 133

[33] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 133

[34] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 139

[35] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 122

[36] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 122

[37] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 139

[38] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 141

[39] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 141

[40] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 170

[41] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 168–169

[42] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 172

[43] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 17

[44] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 18

[45] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 118

[46] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 145

[47] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 149

[48] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 21

[49] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 130

[50] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 18

[51] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 187

[52] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 187

[53] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 189

[54] CFI, Mekorot, DPA, 2024, p. 189

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