EL ATERRIZAJE DE EMERGENCIA DE CATRIEL

 

Catriel. La tierra que existe al sur, sobre el petróleo

Más precisamente, al costado de la ruta nacional N° 151, la más rota de la provincia, rotísima desde mucho antes de que Milei tomara la decisión de abandonar formalmente su mantenimiento, rayando en lo criminal. (Pruebas al canto: a principios de 2018, en casi un mes, hubo 11 accidentes graves con 8 muertos.[1]) Las causas del estado calamitoso de la ruta nacional N° 151 son múltiples y complejas, pero una obedece a la actividad petrolera, al paso constante de camiones y camionetas que van y vienen desde y hacia los yacimientos (en Río Negro, la 151 atraviesa unas 10 áreas petroleras concesionadas). No estoy inventando nada: basta ver lo que sucede con otras rutas petroleras de la región.

Hoy Alberto Weretilneck sobreactúa su indignación por el estado de las rutas nacionales, pero las rutas provinciales no están mejor. Por caso, la ruta provincial N° 57 que va desde Catriel hasta el límite con Neuquén es también un desastre. Y la ruta provincial N° 6 del lado neuquino está igual (aunque parece que la están asfaltando o por asfaltar). Viajar a Catriel desde cualquier lugar es poner en riesgo la vida.

 «La historia de Catriel no empieza con la actividad petrolera, hay un Catriel antes, y va a haber un Catriel después de la actividad petrolera» dijo el vecino de Catriel Daniel Delgado en la audiencia pública que se realizó con motivo del proyecto de instalación de un basurero petrolero. Yo completaría la idea diciendo que Catriel nunca tuvo un destino petrolero. Terminó siendo una ciudad petrolera, pero pudo ser otra cosa. De haber sido otra cosa, hoy no se encontraría como se encuentra.

Catriel se llama así por su fundadora Bibiana García, la esposa de Cipriano Catriel.[2] Cuando los corrieron del sur de la provincia de Buenos Aires (Azul) luego del genocidio perpetrado por el estado argentino, Bibiana y los restos de su comunidad aborigen, los «catrieleros», así llamados en los documentos de la época, se asentaron en la margen sur del río Colorado. Finalmente, en 1899, y luego de infinitas gestiones realizadas por la propia Reina (como la llamaban a Bibiana), el mismo perpetrador del genocidio, entonces presidente, firmó el decreto creando la colonia agrícola pastoril de Catriel.[3] Actualmente, existen en la zona varias comunidades formalmente organizadas que se identifican con ciertas familias y con los parajes en donde tienen sus campos: Kemé Nehuen Pehutún Tañiché –familia Cortés, ciudad de Catriel–; comunidad Bibiana García –familia Arce, paraje Medanito–, comunidad Ñanculeufu –familia Ñanculeo–Morales, paraje Sargento Primero Ocón–; comunidad Newen Aitue –familia González-Aranguez, paraje Peñas Blancas– y comunidad Newen Mapu –familia Eudorindo-Villagran, zona Valle de la Luna.[4]

El petróleo cambia la ecuación

Lo de colonia agrícola pastoril funcionó durante un tiempo: exactamente hasta que se encontró petróleo.[5] Al petróleo lo encontraron operarios de YPF en 1959 en el pozo RN CO (Catriel Oeste) X1. YPF había estado explorado en Villa Regina entre 1956 y 1957, sin éxito.[6]

El descubrimiento de petróleo en Catriel Oeste el 20 de noviembre de 1959 se dio en un contexto político muy concreto: el de la intención del presidente Arturo Frondizi por lograr el autoabastecimiento o al menos reducir el volumen de petróleo importado (se extraía del territorio nacional poco más de un tercio de lo que se consumía).

El autoabastecimiento finalmente se alcanzó, pero a Frondizi no le fue muy bien.[7] A Catriel sí que le fue muy bien. En 10 años, su población se multiplicó por 10: de más o menos 500 en 1960 a 5.322 en 1970.[8], [9]

Puede decirse que la Catriel petrolera nace con la provincia, creada a mediados de 1955, pocos meses antes del derrocamiento de Perón. Refiere la investigadora Laura Mombello del Instituto de Desarrollo Económico y Social y la Universidad Pedagógica Nacional (UNIPE): «La producción hidrocarburífera no sólo modificó radicalmente la dinámica identitaria, poblacional, económica y territorial de Catriel, sino que implicó también un impacto no menor en la estructura productiva de la provincia, ya que en 1970 la explotación petrolera y gasífera de la zona aportaba el 22% del producto bruto rionegrino».[10]

Hoy sale de Catriel entre el 60 y 70% del petróleo de Río Negro. Sin duda, el petróleo de Catriel benefició a unes muches pero perjudicó a otres muches, desde el momento que muches que vivían sobre el petróleo (no del petróleo sino literalmente sobre el petróleo), sobre todo aquelles asentades en los ejidos colindantes con Catriel, no contaban con títulos de propiedad, quedando sujetes a los caprichos de las empresas petroleras.

Estos conflictos no han cesado al día de hoy. Subsiste el reclamo que llevan adelante las comunidades Newen Aitue del paraje Peñas Blancas, cuyo territorio es atravesado por un  gasoducto,[11] o los pobladores de El Medanito, territorio muy impactado por las petroleras, entre quienes se encuentran descendientes de pobladores originarios, y otros conflictos como el que involucra a la comunidad Newen Mapu, no vinculado directamente con la actividad petrolera pero sí con la expansión de la zona urbana de Catriel.[12]

Remito a los trabajos de Laura Mombello, en particular el capítulo 11 de «Informe Final 2012–2015 Comisión Investigadora para el Relevamiento de Transferencias de Tierras Rurales en el ámbito de la Provincia de Río Negro (Ley 4744): Tierra, petróleo y poblaciones invisibles. Una aproximación al caso de Catriel».[13]

Peak oil

El petróleo es un recurso finito, no renovable. Bah, se renueva, pero su renovación demora millones de años. Las petroleras y los sucesivos gobiernos de turno siempre tuvieron clarísimo que en algún momento el petróleo se iba a agotar.

El primero en hacer una estimación del comienzo del fin del petróleo fue un norteamericano en la década de 1950: un tal Marion K. Hubbert. Hubbert no pertenecía a Greenpeace ni a Extintion Rebellion: trabajaba como geofísico en la Shell. (Shell es una petrolera que sabía, ya desde los años 70, que sus actividades contaminaban la atmósfera irremediablemente –lo ocultó durante años[14]– y es actualmente la tercera empresa de titularidad privada que más gases de efecto invernadero emite.[15]) Lo que planteó Hubbert era que el pico del petróleo, es decir, el momento de máxima producción, iba a ocurrir cuando se extrajera la mitad de la suma de: 1) lo extraído hasta ese momento, 2) las reservas probadas, y 3) los futuros descubrimientos. Ese pico de extracción es el comienzo del fin del petróleo porque, según Hubbert, a partir de ese momento, alcanzado ese pico, las extracciones serían decrecientes, por razones eminentemente geofísicas (las mermas pueden acelerarse o demorarse por razones económicas, pero el declive es inevitable por cuestiones geofísicas). En otras palabras: lo que nos dice Hubbert es que los reservorios petroleros no son como un sifón, del que sale soda con la misma fuerza hasta la última gota; son más bien como una naranja, de la que sale jugo en abundancia al principio, pero que a medida que la exprimimos cuesta cada vez más en obtener jugo. Hubbert calculó el pico mundial de petróleo y lo ubicó en el año 2000. No le erró por mucho: según cálculos recientes, el pico del petróleo convencional se habría alcanzado en 2005. Claro, Hubbert no contó con que aparecería el fracking, un método para machacar la cáscara de la naranja que habíamos tirado al tacho de basura para obtener gotas extra de jugo, a un altísimo costo energético y ambiental.

En Argentina, ese pico del petróleo convencional se habría alcanzado unos años antes. Algunos autores lo ubican en 1998, con 847.000 barriles diarios.[16], [17] De esos años a esta parte, la extracción de petróleo ha ido a la baja: nunca se volvieron a alcanzar los 800.000 barriles diarios. Con Vaca Muerta y todo su petróleo no convencional, aún no se ha conseguido superar esa marca.

Desde enero de 2024, en nuestro país se extrae menos petróleo convencional que no convencional.[18] Lo que no está bueno, ya que el petróleo convencional es mejor para un montón de cosas, sobre todo para la obtención de gasoil, que es, como siempre dice el físico español Antonio Turiel, «la sangre del sistema»: Turiel tiene razón; hasta los camiones que transportan nafta andan a gasoil.[19] Ya lo dijo Victoria Terzaghi, periodista especializada en cuestiones petroleras: «A la hora de procesar el petróleo en las destilerías del país, la mayor participación del crudo de Vaca Muerta (en el mix de petróleo nacional) no es del todo una buena noticia ya que se trata de un petróleo más liviano que el Medanito tradicional y por ende con un menor rendimiento a la hora de elaborar gasoil».[20] (El resaltado es mío.)

Volvamos ahora a Catriel y a los años 90. Como comenté, a nivel nacional, el comienzo del fin del petróleo bueno se dio en 1998. No tengo los datos de Catriel, pero es seguro que, por esos años, ese declive también se evidenciaba en estos márgenes de la cuenca Neuquina. Aporto esta prueba: cinco años antes de ese pico nacional, en 1993, se perforó en Catriel Oeste un pozo piloto de «recuperación terciaria», lo que constituyó el primer intento a nivel nacional de extender la vida útil de un pozo moribundo aplicando esa tecnología.[21] La «recuperación terciaria» o «recuperación mejorada» por inyección de polímeros, consiste en (precisamente) inyectar esos benditos polímeros con el propósito de (abro cita de MasEnergía): «aumentar la viscosidad del agua para mejorar la “capacidad” del líquido de empujar el petróleo que se encuentra en la roca y llevarlo hacia los pozos productores. Esto se logra reduciendo la “movilidad del agua” para acercarla a la del petróleo, al cual ya naturalmente le cuesta mucho desplazarse en el subsuelo».[22] (Lo resaltado es mío.) Esa primera experiencia realizada en Catriel estuvo a cargo de la petrolera Pecom. Ah, y resultó en un rotundo fracaso.

Las reglas del juego cambiaron en los 90: primero, con la privatización de YPF en 1992, privatización que implicó un impacto socioeconómico enorme en todo el país petrolero, Catriel incluida, y segundo, con la reforma de la Constitución Nacional en 1994 y el pase a las provincias de los (a partir de ahora sus) recursos naturales, entre ellos el petróleo.

El lanzamiento de las concesiones internacionales gestionadas por Río Negro fue en 2006, en Houston y Buenos Aires simultáneamente. En cuatro rondas licitatorias, la provincia adjudicó diecinueve (19) bloques a 60 empresas nacionales e internacionales, logrando concentrar el 40% de las inversiones nacionales en materia exploratoria correspondientes a ese año.[23] Una de esas 60 empresas, una de capitales coreanos («Golden Oil», que también hace o hacía minería polimetálica), paseó sus camiones vibradores por el Área Protegida «Paso Córdoba», en Fiske Menuco. Menos mal que no encontró nada, porque si no, chau área protegida.[24], [25]

Estas primeras campañas realizadas entre 2006 y 2008 aumentaron la extracción de petróleo en Río Negro en un 17,28 %, y de gas en un 26 %, logrando revertir, en la provincia, la curva decreciente a nivel nacional (recordemos, aún no había llegado el fracking). Naturalmente, esto significó un fuerte aumento de la renta provincial en concepto de regalías.

Si no es fracking, que sea algo que se le parezca

Para 2010 estaba claro que nos estábamos quedando sin jugo y que había que hacer algo. La estrategia que pergeñó la presidenta Cristina Fernández para desarrollar el «Operativo Cáscara de Naranja» y recuperar el autoabastecimiento energético (perdido en 2011) fue «re estatizar» YPF (o sea, expropiar a Repsol del 51% de las acciones de la empresa), lo que finalmente sucedió en 2012, y asociar a YPF con Chevron para acceder a financiamiento.[26] Así fue que arrancó Vaca Muerta (yacimiento descubierto en 2010 por YPF, ya incorporado el Grupo Petersen).

Arrancó Vaca Muerta pero en Catriel nunca arrancó: del machacamiento de nuestras cáscaras no salía nada de nada. Se pensó que aún era posible exprimir la pulpa de esas cáscaras, pero empleando una exprimidora eléctrica profesional (perdón por el abuso de la analogía naranjera). Los métodos de recuperación secundaria y terciaria, ensayados sin éxito en Catriel en 1993, son exactamente eso: una vuelta de rosca a la exprimición. Pero claro, una exprimición costosísima. Tanto o más costosa que el fracking que arrancaba del otro lado del meridiano X.

Pero para que las empresas empleen esa exprimidora eléctrica profesional y expriman al máximo esos requechos, había que darles ciertas garantías. Las renegociaciones de los contratos petroleros impulsada por Weretilneck en esos años son precisamente eso: una ampliación de los vencimientos de las concesiones petroleras que vencían entre 2015 y 2017, para que las empresas cuenten con más tiempo para la amortización de la inversión.[27] (Esas áreas que pronto vencerían habían sido concesionadas por Nación. La provincia asumió el control de sus yacimientos hidrocarburíferos recién a partir de la sanción de la ley nacional N° 26.197/2006, promulgada en 2007.) Varias de esas empresas habían manifestado su interés en prorrogar o ampliar el vencimiento de las concesiones, en el marco del Art. 35 de la ley nacional N° 17.319.

Las leyes provinciales que abrieron la puerta a las renegociaciones petroleras son, primero la N° 4.571/2010, y luego la N° 4.818/2013 que derogó la primera. Esta última ley también derogó otra, la N° 4.680/2011, que ponía una serie de exigencias a las empresas que aspiraran a la prórroga (con base a la ley N° 4.571 y su proyecto 612/2010). Estas exigencias («asumir el compromiso de remediar las afectaciones ambientales existentes en las respectivas áreas incluyendo un pormenorizado detalle de las mismas, así como sus planes y cronograma de obras previstas») quedaron incorporadas en el Art. 2 de la 4.818.

Las renegociaciones apuntaban a sostener la producción en los pozos maduros. Esto es explícito en el proyecto N° 612/2010 de la ley N° 4.571/2010 (el resaltado es mío):

«…resulta oportuno considerar que la mayoría de las áreas concesionadas contienen yacimientos en condición de madurez, es decir que se trata de campos sometidos a un largo proceso de explotación y en los cuales se practican métodos de recuperación primaria y/o secundaria asistida para elevar los niveles de producción».

«…el actual cuadro de situación de los recursos hidrocarburíferos provinciales, está caracterizado por yacimientos de petróleo maduros con una baja gradual de la producción y campos de gas en declinación, tendiendo a una constante de disminución de reservas. También se advierte que, de seguir un camino descendente de la actividad hidrocarburífera, las consecuencias serán no sólo una disminución creciente de los ingresos que año a año perciben el Gobierno Provincial y los Municipios vía coparticipación, sino, además, la reducción e inestabilidad de estructuras laborales por parte de las empresas concesionarias, la disminución en la demanda de servicios complementarios, la desestructuración y desarticulación de los tejidos laborales por desempleo y, en definitiva, un impacto socioeconómico negativo». Y sigue: «Se vuelve necesario, entonces, propiciar acciones proactivas, promoviendo nuevas inversiones en programas de exploración y explotación destinados a extender en el mayor plazo posible la declinación de la producción en los yacimientos, para amortiguar la inexorable caída de los volúmenes».[28] (Inexorable=irremediable.)

A fin de cuentas, se acordó con 8 empresas titulares la extensión por 10 años de los plazos de 17 concesiones, de un total de 23 en condiciones de ser prorrogadas.[29] (Con motivo de las renegociaciones, hubo en 2015 una audiencia pública en Catriel.[30]) La primera renegociación se hizo con Petróleos Sudamericanos SA, Necon SA y Petrolífera Petroleum Limited Sucursal Argentina.[31]

En el mismo proyecto de ley N° 612/2010 (recordemos, el proyecto de la que terminó siendo la ley N° 4.571/2010) sus autores informan que Neuquén hizo lo mismo. Lo que no informan es que, por esos años, Neuquén contaba con el «Neuquén 2020»,[32] un proyecto que la provincia vecina mandó a la mierda en 2013 cuando –balas de plomo mediante– le abrió la puerta al fracking y redobló la apuesta por los fósiles.[33] (El gobernador Felipe Sapag prologaba ese documento publicado en 1997 con estas palabras: «Buscaremos seriamente intentar cambiar nuestro paradigma productivo, basado en los hidrocarburos. Sin dejar de explotarlos e industrializarlos, debemos hacer que la economía agro-industrial sea el eje económico del próximo siglo, porque genera mayor cantidad de empleos por unidad de inversión, porque es renovable y porque mejora el medio ambiente». Pero claro, en 2013, otro Sapag era gobernador.)

Esas prórrogas de 2015 se están venciendo en 2025, por lo que el gobierno provincial piensa prorrogar hasta el dos mil treinta y pico el 75% de las concesiones de explotación, abarcando 21 contratos con 9 operadoras que operan áreas maduras, cuyos vencimientos van desde este año hasta 2028.[34] Para ello, la Legislatura sancionó la Ley N° 5.733, la cual, a diferencia de la N° 4.818, abarca a los no convencionales.[35]

Las empresas involucradas en este nuevo festival de prórrogas son: 1) Madalena Energy Argentina, que posee la concesión de exploración del área Rinconada/ Puesto Morales; 2) Medanito, que tiene Medianera; 3) Petróleos Sudamericanos (PS) y 4) JCR, que poseen Loma Montosa Oeste, Centro Este (PS opera en soledad Bajo del Piche, Barranca de Los Loros, El Medanito y El Santiagueño); 5) Petrolera Aconcagua Energía tiene Catriel Viejo, Catriel Oeste y Loma Guadalosa; 6) President Petroleum tiene Puesto Flores/Estancia Vieja, Las Bases y Puesto Prado; 7) Tecpetrol junto con 8) YPF tienen Agua Salada; y 9) Vista tiene 25 de Mayo/ Medanito, Jagüel de Los Machos y Entre Lomas. (YPF, ella sola, posee Estación Fernández Oro, Río Neuquén y Señal Picada/Punta Barda.)[36]

(Hasta hoy, julio de 2025, la provincia Río Negro cerró acuerdos con cinco empresas la prórroga de 11 áreas. Tecpetrol con Agua Salada; Petróleos Sudamericanos con seis concesiones, algunas traspasadas de YPF (Barranca de Los Loros, Bajo del Piche, El Santiagueño y El Medanito), y otras en UTE con JCR (Centro Oeste y Loma Montañosa Oeste); con Petrolera Aconcagua Energía cerró con 25 de mayo-Medanito, Entre Lomas y Jagüel de los Machos, pero siguen las negociaciones por Catriel Oeste, Catriel Viejo, Loma Guadalosa y Tres Nidos; con President Petroleum, también acuciada por problemas financieros, siguen las negociaciones por Puesto Flores-Estancia Vieja, Puesto Prado y Las Bases.[37] Último momento: President Petroleum quebró.[38])

Para acceder a esas prórrogas, además de presentar planes de inversión y sarasa, las empresas deben poner contante y sonante: un bono extra (que se suma al canon de prórroga) para que el gobernador distribuya por los municipios y comisiones de fomento.[39] En total serán $4.532 millones, que vienen bárbaro en un año electoral (Catriel recibió por este bono $720 millones en mayo de 2025, unos U$500.000[40]). Resultado: todes contentes: oficialistas y opositores.[41] (De esos $4.532 millones, $1.046 millones se distribuirán en partes iguales entre los Municipios; $2.091 millones según el índice de coparticipación; $1.046 millones entre los municipios productores de hidrocarburos, y $348 millones a Comisiones de Fomento.[42])

  

Fuente: https://www.rionegro.com.ar/energia/rio-negro-le-puso-fecha-a-la-renegociacion-de-las-concesiones-petroleras-3525042/

A nivel nacional, hay al menos tres proyectos legislativos que buscan dar más beneficios a los convencionales (en caída libre desde hace años: desde aproximadamente 2003 tanto el crudo como el gas natural): exenciones en IVA, Impuesto a las Ganancias y cargas patronales, créditos a tasa preferencial y un esquema de retenciones cero a la exportación durante diez años.[43] Los proyectos corresponden a los senadores Carlos Linares (Unidad Ciudadana) y José María Carambia (Alianza por Santa Cruz), de Chubut y Santa Cruz respectivamente.[44]

Si no da, no da

El caso de Petrolera Aconcagua Energía SA es muy ilustrativo de la actual situación del petróleo convencional en el área de Catriel.

Fundada por Javier Basso y Diego Trabucco, dos ex trabajadores de YPF,[45] Petrolera Aconcagua se presenta como una Pyme especialista en yacimientos maduros, un dato a destacar en el contexto actual de declive o «declino».[46]

Desde 2018, Petrolera Aconcagua posee el área Catriel Oeste, aquella desde donde brotaron los primeros barriles de petróleo de Río Negro.[47] Es un área con 38 pozos, en 80% de los cuales se aplica la recuperación secundaria.[48] Petrolera Aconcagua es (al menos lo era hasta ayer) una empresa con fuerte presencia en la comunidad de Catriel, bajo la figura de responsabilidad social empresaria.[49], [50]

Hasta 2023 (vía decreto N° 1.523/2018), Petrolera Aconcagua tenía tres áreas en la zona: además de Catriel Oeste, Catriel Viejo y Loma Guadalosa, donde se supone que podría haber hidrocarburo no convencional.[51] (Petrolera Aconcagua también sueña con encontrar no convencional en Mendoza, en Paún Oeste.[52]) (La otra apuesta no convencional de Weretilneck es Cinco Saltos Sur, donde PanAmerican Energy explorará hasta debajo del Lago Pellegrini.[53])

En 2023 Petrolera Aconcagua sumó cinco áreas cedidas por Vista Energy. (En realidad, lo que Vista Energy traspasó a Petrolera Aconcagua fue el manejo de la concesión, no la titularidad de las concesiones.[54]) Recordemos, a propósito del declino del petróleo, las palabras de Miguel Galuccio, fundador, presidente, y CEO de Vista Energy, quien confesó que «el petrolero tendrá relevancia al menos hasta 2035»: más allá de esa fecha, no le pone fichas. [55] (Teléfono para quienes dicen que con Vaca Muerta hay petróleo para 100 años.[56])

Las áreas traspasadas por Vista Energy, varias de las cuales fueron renegociadas en la convocatoria reciente, figuran en el cuadrito de abajo:

 

Fuente: https://econojournal.com.ar/2023/02/vista-se-focaliza-en-vaca-muerta-y-cede-la-operacion-de-yacimientos-convencionales-a-aconcagua-energia/

De las cinco áreas traspasadas por Vista Energy, las que vencían en 2025 y 2026 fueron renegociadas y prorrogadas por 10 años en 2024. Estas son: Entre Lomas, 25 de Mayo – Medanito y Jagüel de los Machos.

El acuerdo entre Petrolera Aconcagua y Vista Energy debía cerrarse en 2027, cuando la primera debía pagar el total de la operación. Pero Petrolera Aconcagua ni siquiera terminó 2025.

Es que Petrolera Aconcagua se endeudó hasta el Aconcagua: debe hasta 17 veces su patrimonio neto[57]: unos U$400 millones.[58] Cuenta el diario de don Bartolo: «De acuerdo con su balance financiero (el de Petrolera Aconcagua), en el primer trimestre del año, la producción de hidrocarburos neta alcanzó los 453.733 barriles de petróleo y 2 millones de metros cúbicos de gas, lo que representa una disminución del 12% en la producción de petróleo y del 96% en la de gas, en comparación con el mismo período del año 2024».[59] De total de la deuda, $25.693 millones son obligaciones incumplidas con las provincias de Neuquén y Río Negro en concepto de impuesto a las Ganancias, indicó en junio de 2025 el «Río Negro».[60] Nadie le compró bonos de deuda (por U$250 millones), y debió reestructurar su deuda, que es una manera elegante de decir que entró en default.

Lo loco de todo esto es que a la empresa se le concesionó un área en Mendoza justo cuando comenzaba a hacer agua.[61] Lo mismo en Río Negro: en diciembre de 2024, Alberto Weretilneck le prorrogó por 10 años la concesión de Entre Lomas, 25 de Mayo-Medanito SE y Jagüel de los Machos.[62] Lo que tenía hasta 2023, Catriel Viejo, Catriel Oeste y Loma Guadalosa, todavía lo están conversando.

Hoy Petrolera Aconcagua está en manos de Pablo Giuliano, ex CEO de YPF.[63] Giuliano es ahora CEO de Tango, una empresa controlada por AR Energy Resources (vinculada a la multinacional Trafigura) y (obviamente) Vista Energy.[64]

Alternativas desde adentro

Catriel podría mitigar la crisis del declino del petróleo industrializando el crudo proveniente de otros lados. Ya en 2003 se hablaba de instalar una refinería.[65] De hecho, en Catriel hubo una refinería perteneciente a la empresa M&C Petrol que refinaba para la provincia unos 3.000 m3 mensuales de crudo para la producción de fueloil.  Pero la refinería cerró en 2014 porque, en palabras del intendente Carlos Johnston, «era una truchada».[66] En efecto, M&C Petrol debía unos 19 millones de pesos, en concepto sobre todo de Ingresos Brutos, y de la compra de petróleo a la provincia.[67] En 2011, el candidato a vice Weretilneck ya había advertido que M&C Petrol no gozaría de la gracia provincial.[68]

Antes del cierre definitivo, la producción de M&C Petrol estuvo paralizada en 2011. En esa oportunidad, el secretario general de petroleros Guillermo Pereyra expresó que era una «destilería trucha» y una «bomba de tiempo» (se hallaba en pleno parque industrial de la ciudad).[69] En 2012 M&C Petrol fue clausurada temporalmente por razones seguridad por la Secretaría de Trabajo de Weretilneck a pedido del sindicato. [70], [71] El delegado del organismo informó: «Detectamos a personas trabajando en condiciones no aptas y un alto nivel de contaminación. Los empleados trabajan en condiciones higiénicas no aptas; no cuentan con los elementos correspondientes; trabajan en condiciones lamentables y el riesgo de salud que corren los trabajadores es altísimo».[72], [73] Esto fue en febrero. En marzo la volvieron a clausurar, esta vez por una inspección de la Secretaría de Ambiente de Weretilneck.[74] La secretaria justificó la clausura debido a: «la falta de protección del suelo, derrames varios, deficiencia en la gestión de residuos, falta de planes de contingencia e implementación para derrames, deficiencia en la gestión de residuos, tanto asimilables a urbanos como peligrosos, falta de red de lucha contra incendios, falta de monitoreo de agua, suelo y aire».[75] O sea, una truchada. Le damos la derecha a Johnson/Weretilneck/Pereyra.

Antes del cierre definitivo de M&C Petrol en 2014, Weretilneck anunció una refinería en Catriel. Lo hizo en Catriel en noviembre de 2012, en ocasión del lanzamiento del Proyecto Petrolero Provincial, en el marco del 53° aniversario del descubrimiento de petróleo en la localidad.[76],[77] No conozco qué se hizo de este anuncio.

La opción de una refinería todavía sigue en pie. A principios de 2025, la intendenta catrielense Daniela Salzotto visitó las instalaciones de la refinería Refipampa en 25 de mayo (La Pampa), donde está desde 2017.[78], [79] La idea era tentar a la empresa para que se instale de este lado del charco. Menos mal que no vino: porque a RefiPampa parece que le va como a Petrolera Aconcagua.[80]

Plan B(de basurero)

Otra alternativa para gambetear la crisis era ofrecer servicios exclusivos de basurería. Si en Catriel no había petróleo no convencional, al menos podría tratar y almacenar la mierda no convencional de otros lados: este fue el Plan B que Alberto Weretilneck, en su chiquita mirada extractivista, pensó para Catriel.

Fue en 2017. Con el colapso económico y social a la vuelta de la esquina, con las empresas petroleras haciendo las valijas, yéndose más o menos elegantemente, el gobierno de Río Negro autorizó la instalación de un basurero petrolero en Catriel. El basurero, según el EIA presentado por la empresa en la audiencia pública (ver más abajo), contaría con un sector de tratamiento de residuos sólidos de 20 hectáreas y otro de 100 destinado a suelos contaminados con hidrocarburos, dividido en tres subsectores: recepción y pretratamiento, biopilas y desorción térmica. También contemplaba un área de deshidratación de residuos semisólidos, que ocuparía 10 hectáreas, donde se almacenarían y procesarían lodos con hidrocarburos o fondos de tanques, y se destinarían 20 hectáreas al sector de tratamiento de residuos líquidos especiales, y otras 60 al relleno de seguridad, donde se efectuaría la disposición final de residuos peligrosos y no peligrosos. [81]

La generación de residuos contaminantes es consustancial a la explotación de hidrocarburos no convencionales: lodos de perforación, cutting, aguas de retorno, y fondos de tanque, entre otras mierdas (me referí a esto en El sacrificio de Allen). El basurero de Crexell SA, que era la empresa neuquina que instalaría y operaría el basurero, contemplaba tanto el tratamiento como la disposición final de esas mierdas.

Un basurero petrolero no enamora a nadie, de modo que las autoridades provinciales y municipales debían pensar de qué forma salir a vender esta «planta de acopio de residuos hidrocarburíferos», como eufemísticamente se la llamó. Primero, había que enarbolar el asunto de los puestos de trabajo, aunque tampoco eran tantos, Crexell SA ofrecía 37. Segundo, había que tocar la conciencia ética de les catrielenses: si Catriel producía residuos, debía hacerse cargo de ellos. Les catrielenses de bien no podían ir contra este segundo argumento, aunque era cantado que la mierda petrolera provendría de otro lado, particularmente de Vaca Muerta.

En proyectos como este del basurero, las empresas deben presentar un estudio de impacto ambiental (EIA), el cual (en principio) debe someterse a una audiencia pública. Técnicamente, la audiencia pública es para mejorar el EIA, o sea, que, de mínima, el gobierno, que recibe el EIA por parte de la empresa, debe garantizar a todes el acceso al mismo. Pues bien, en el caso del basurero de Crexell SA, el gobierno de Río Negro hizo exactamente al revés: se ocupó de esconderlo. Al EIA había que solicitarlo, y si lo solicitabas, no te lo daban: lo que había en las delegaciones de la Secretaría de Ambiente era un resumen. Si un vecine de Catriel quería leer el EIA completo, debía llegarse hasta Viedma: 700 km por las rutas nacionales N° 151 y 22, poniendo en riesgo su vida.[82], [83]

En realidad, si hubiese sido por Weretilneck, no habría habido ninguna audiencia. En esta ocasión no le quedó otra, porque con el otro basurero petrolero, el que autorizó en 2013 en Cinco Saltos sin audiencia pública, tuvo que recular. Este otro basurero de la empresa Greencor SA fue disfrazado bajo el eufemismo de «planta de bioremediación de suelos contaminados por hidrocarburos», y estaba pensado, como el de Catriel, para acopiar mierda petrolera de todos lados.[84], [85] (Esto informa un documento de UNTER de 2016, con respecto a la situación actual de este basurero petrolero de Cinco Saltos:[86] «(a)l día de hoy, toda acción quedó suspendida hasta que no se haga la audiencia pública correspondiente y se presente un nuevo informe de impacto ambiental. Además, la empresa (Greencor SA) dejó como pasivo unos 30.000 metros cúbicos de lodos empretrolados que quedaron en el predio que iba a ocupar, hasta el día de hoy sin remediación alguna y a cielo abierto. Los vecinos continúan reclamando que se retire el material y se remedie.»)

  

Fuente: https://opsur.org.ar/2015/10/20/las-marcas-de-la-memoria-en-cinco-saltos/ Partido Comunista de Cinco Saltos

A Weretilneck tampoco le pareció importante convocar a audiencia pública por la Planta de Enriquecimiento de Uranio de Pilcaniyeu, aunque finalmente tuvo que convocarla en 2015, porque una decisión judicial lo obligó a ello. De esto hablé en El uranio sigue ahí.

Tampoco convocó a audiencia pública en 2016, cuando otorgó al OK ambiental al Parque Eólico de Cerro Policía, como comenté en Cinco Preguntas. En fin, «el Brujo» es así.

Pero este no es un posteo acerca del desprecio de Weretilneck por la participación ciudadana, de modo que volvamos al grano del posteo y al basurero petrolero de Catriel.

Sainete público

Parafraseando al intendente Carlos Johnson, la audiencia pública por el basurero petrolero, llevada adelante en Catriel el 31 de marzo de 2017, fue una truchada. (La versión taquigráfica de la audiencia pública está subida a la página web del Observatorio Petrolero Sur, y puede descargarse haciendo click aquí.[87]) Hubo 35 inscriptes, les cuales contaron con 5 minutos para expresarse. Se habló a favor y en contra. Como siempre, hablaron a favor la empresa y las autoridades (quienes hablaron al principio y durante más de cinco minutos, tomándose todo su tiempo): habló el vicepresidente de Crexell SA (quien expresó que los movía la generosidad empresarial: «En un momento donde muchas empresas, todos conocen, han mudado sus oficinas y hay una gran preocupación. Nosotros estamos haciendo la inversa, estamos trayendo nuestro mayor centro operativo desde Neuquén hacia Río Negro, eso es lo que estamos planteando con este proyecto.»); habló un ingeniero que participó de la elaboración del EIA; habló el intendente Johnston (quien fue por el lado de sacudir la conciencia ética: «nos debemos hacer cargo de nuestros pasivos ambientales», aunque matizó: «estamos de acuerdo de que se traten pasivos ambientales que provengan de otras provincias, pero que ese pedacito que queda de residuos peligrosos vuelva a su origen. Cada uno, cada provincia deberá a mi criterio tener su responsabilidad de esos residuos peligrosos»); y habló una legisladora por el circuito (quien, en su corta alocución, emplazó al «tenemos que» unas 24 veces: «Catriel es la principal productora de petróleo, entonces tenemos que ser responsables y tratar esos pasivos ambientales en Catriel»). El resto, que, como señalé, contó apenas con cinco minutos, también habló. Habló un 38% a favor y un 62% en contra (sin contar los «neutrales»). Especialmente interesante fue la intervención de Juan Greco, representante de la provincia de La Pampa en COIRCO (Comité Interjurisdiccional del río Colorado).[88] Sucintamente, el técnico objetó que el EIA ubicara a la planta dentro de la cuenca del río Negro, cuando claramente quedaba dentro de la cuenca del río Colorado (ups).

Luego del Sainete Público, les opositores al basurero llevaron adelante varias acciones.

Organizaron una juntada de firmas para exigir a Weretilneck/Johnston la realización de un referéndum popular vinculante. Se juntaron más de 10.000 (7.688 digitales) y Weretilneck/Johnston nada.[89], [90]

También hicieron un pedido al Defensor del Pueblo de la Nación Juan José Dockel, y este respondió de forma categórica: categóricamente negativa con respecto al proyecto basureril. Lo hizo mediante Resolución 47/18.[91]

Subrayo: la resolución de la DPN fue contundente. Cito: «el procedimiento de EIA del proyecto bajo análisis no cumple con el orden público ambiental vigente, plasmado en la Constitución Nacional y la Ley General del Ambiente habida cuenta de una serie de irregularidades que tornan inválido dicho procedimiento».

El EIA «no contiene una descripción detallada del proyecto, una identificación de las consecuencias sobre el ambiente y las acciones destinadas a mitigar los efectos negativos».

El mismo «no contiene información sobre los posibles impactos en la etapa de cierre y abandono definitivo de las instalaciones, en particular del relleno de seguridad cuando se agote su vida útil o se supere el límite de capacidad de almacenamiento».

En el EIA «no se identifican los posibles impactos ante situaciones de contingencias, máxime cuando el emplazamiento de la planta en cuestión se encuentra en una zona con riesgo aluvional».

«(T)ampoco se detallan medidas de prevención, mitigación y compensación para cada uno de los potenciales impactos identificados y el plan de gestión ambiental está descripto en términos muy generales, sin hacer referencia a las distintas etapas del proyecto».

«(A) ello hay que sumarle la falta de información sobre la cantidad, tipo y características de los residuos peligrosos que se tratarán o dispondrán en la futura planta».

«(T)ampoco brinda información sobre la vida útil del relleno de seguridad que se pretende construir y no contiene datos concretos sobre el sistema de impermeabilización, de captación y tratamiento de lixiviados del mismo».

La resolución de la DPN reconoce que algunas de esas deficiencias fueron advertidas por la Secretaría de Ambiente de la provincia, pero cuestiona que se convocara a audiencia pública de todas formas. También deja constancia de que Crexell SA envió la documentación requerida en por la Secretaría de Ambiente, pero que terminó de aportarla recién después de la audiencia pública.

La resolución invoca el acuerdo de Escazú (que no estaba en vigencia al momento de la realización de la AP, hay que decirlo) al cuestionar el hecho indefendible de que les catrielenses hayan debido viajar a Viedma para acceder al EIA completo.

La DPN resuelve que debía presentarse un nuevo EIA, uno como Dios y la Constitución mandan, y convocarse a una nueva audiencia pública (Art. 1a), y que no debía comenzarse la construcción de la planta hasta cumplirse con todo lo anterior (Art. 1b).

Pero nada de esto ocurrió. La planta fue habilitada por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable en 2017, mediante Res. N° 1.012.[92]

La nueva Carta Orgánica Municipal contra los basureros petroleros

En paralelo con el proceso de aprobación del basurero de Crexell SA, se desarrollaba en Catriel la Convención para la reforma de la Carta Orgánica Municipal (reforma aprobada en noviembre de 2017 y entrada en vigencia en enero de 2018). (La elección de convencionales constituyentes se realizó en abril de 2017, al mes siguiente de la AP.) De manera que el tema basurero de Crexell SA atravesó las discusiones enmarcadas en ese proceso institucional.

La Carta Orgánica reformada, comprensiblemente, plasmó el rechazo popular al basurero que había sido desairado en la AP. Ese rechazo se encuentra claramente en el siguiente artículo:

«Artículo 94 – ZONA PROTEGIDA  El territorio del Municipio de Catriel es zona protegida. Queda prohibido dentro del ejido: Inciso 1. La radicación o instalación de centrales nucleares, reservorios, basureros, repositorio de disposición final o transitoria de material contaminado proveniente de la industria petrolera, nuclear, química o de cualquier actividad contaminante. Se prohíbe asimismo la radicación de cualquier industria o empresa de fabricación o almacenamiento de material bélico que pudiera poner en peligro la salud y la vida de la población. Se permite el uso de elementos que contengan material radiactivo únicamente aplicado al uso médico ya sea de investigación o desarrollo, bajo estricto control municipal del cumplimiento de las condiciones reguladas por los entes respectivos, según las normas de seguridad y la legislación nacional, provincial y municipal. Inciso 2.  El transporte, tratamiento y disposición transitoria y final de residuos generados en otras jurisdicciones, de los tipos radioactivos, tóxicos, peligrosos, especiales o susceptibles de serlo».[93]

Rápido de reflejos, el fiscal de estado provincial pidió la inconstitucionalidad de algunos de los artículos de la Carta Orgánica Municipal que declaraban la propiedad municipal de los recursos hidrocarburíferos, aunque no del 94. Fue el intendente Johnston el que pidió la suspensión de la medida de prohibición de basureros y afines.

El fallo del Superior Tribunal de Justicia (firmado por Ricardo Apcarián, Adriana Zaratiegui, Sergio Barotto y Liliana Piccinini, Enrique Mansilla se abstuvo), aceptó parcialmente lo del fiscal y rechazó totalmente lo de Johnston.[94] Concretamente, declaró la inconstitucionalidad de los artículos 3, 98, 100, 101 y 102, pero no la de los artículos 103 al 105, que apuntaban a la contratación de la mano de obra local o exigía la radicación de las empresas dentro del ejido. (El fallo puede leerse haciendo click acá, no hace falta viajar hasta Viedma.[95])

Hubo cierto apuro en aprobar el basurero antes de la entrada en vigencia la COM.[96] No se llegó, pero igual no importó*: la COM entró en vigencia el 1 de enero de 2018[97] y el basurero comenzó a operar poco tiempo después (no hay datos exactos desde cuándo[98]).

*(De todas formas, el basurero queda fuera del ejido municipal, con lo que no había forma de pararlo a través de una decisión soberana del pueblo de Catriel.)

  

Foto: Imagen tomada de Google Earth (gentileza Javier Grosso). La estrella amarilla en la imagen de arriba indica la localización actual del basurero petrolero, ubicado en el área Entre Lomas Río Negro (Aconcagua/Vista).

Balance del legado petrolero

Termina un capítulo y corresponde hacer un balance: qué dejó el petróleo: qué le dejó a Catriel y al noroeste de la provincia en su totalidad.

En primer lugar, un pasivo ambiental enorme. Desde los comienzos de su aventura petrolera, Catriel ha atestiguado muchos derrames y accidentes, algunos más graves que otros. De los derrames que afectaron el río Colorado di cuenta en Nuestro río Colorado, sin margen. (La Pelopincho de Oldelval de 2021, posiblemente comprada a las apuradas en algún comercio de artículos para el hogar de Catriel, es todo un símbolo de la seriedad con que las empresas y el gobierno se toman el cuidado del ambiente.[99]) Estos accidentes deben sumarse al impacto generado por la mera presencia de la sucia infraestructura petrolera (pozos, locaciones, ductos, basureros, caminos, tanques, guanacos de bombeo) que pronto quedará abandonada a la buena de Dios.

Daniela Salzotto conoce bien esta situación. Cuando se discutían los términos de la ley que resultó sancionada con el número 5.733, la actual intendenta de Catriel (más o menos explícitamente) admitió el daño que causan las petroleras al reclamar que una parte del bono petrolero que se estaba discutiendo estuviera destinado a una recomposición histórica por los pasivos ambientales petroleros.[100] Todo este daño ambiental, el reconocido y el menos reconocido, redunda en un sector agropecuario disminuido y sin músculo para garantizar una reconversión productiva rápida de la economía de Catriel.

 

En segundo lugar, un futuro incierto. Hoy Catriel comienza a discutir qué hacer más allá del petróleo. Tarde, pero comienza. (Hay que decirlo, el intendente Johnston fue de los primeros en pensar en alternativas productivas al petróleo). Por su parte, la provincia no ha comenzado nada; por el contrario, el gobierno provincial sigue concesionando y prorrogando concesiones vencidas o por vencer sin discutir un después. Como el petróleo es provincial, y como los municipios tienen 0 injerencia en la política minera y petrolera (eterno discurso de todos los gobiernos provinciales), la mayor responsabilidad del colapso localizado de Catriel le cabe a los gobiernos provinciales, que exprimieron la naranja y se tomaron todo el jugo (excepto lo que le corresponde en regalías: en 2024 Catriel embolsó U$1.000.000, un 20% del total de lo coparticipado a los municipios, que es, por ley un 10% del total de lo recaudado por la provincia[101]), dejándole a Catriel una montaña de cáscaras podridas y el naranjero seco.

¿Prosperidad? Corresponde aquí que hablen les catrielenses, pero doy por seguro que no. Catriel padece, como el resto de Río Negro, la honda crisis que atraviesa la economía provincial.[102] En todo caso, lo que hay que destacar aquí es que su condición de ciudad petrolera, su condición de LA ciudad petrolera de Río Negro, no se ha traducido en un mejoramiento de la vida de sus vecines con respecto a les vecines de otras ciudades: parece que más bien todo lo contrario. Viedma siempre quedó muy lejos.

Hoy, Catriel ha declarado la emergencia económica por 180 días (medida vigente desde julio de 2025, Resolución N° 35/2025 del Consejo Deliberante), con motivo de la crisis petrolera. [103] El «pan para hoy» se está acabando, y el hambre no puede ser una opción.

Catriel hoy mira al sector agropecuario. Resuenan ecos del proyecto pastoril de los primeros colonos.[104] Se apuesta a la producción de cerdos, incipiente en la provincia, en línea con la controvertida granja porcina modelo inaugurada en 2019 por Carlos Johnston (actualmente en manos de una fundación presidida por Johnston[105]), y potenciar la cría de bovinos;[106] se apuesta a la alfalfa y sobre todo al maíz, en línea con la experiencia de Peñas Blancas (territorio de la comunidad Newen Aitue) y Valle Verde (ambas actualmente con 5.000 ha bajo riego);[107] les amiguis de la CNEA dan vueltas por la zona buscando uranio, y seguramente propondrán subir a Catriel a su delirante bondi nuclear.[108]

Catriel deberá aterrizar, reinventarse, sacudirse el petróleo de encima, e incursionar en nuevos caminos, caminos de sustentabilidad, y no cejar en el reclamo para que el gobierno provincial se haga cargo del saneamiento de todo el desastre ecológico que dejaron años de miopía política.

Catriel aterrizará, más o menos dramáticamente. Y saldrá adelante, como salieron adelante Bibiana García y sus «catrieleros».

 



[3] Mombello, L., y L´Hoste, A. S. 2019. Capítulo 5. Catriel: tenencia de la tierra y ordenamiento territorial en una localidad petrolera. In La tierra de los otros (1‑). Editorial UNRN. https://doi.org/10.4000/books.eunrn.4118 https://books.openedition.org/eunrn/4118

[4] Mombello, L., y L´Hoste, A. S. 2019.

[7] Frondizi no pudo capitalizar políticamente el autoabastecimiento conseguido, sobre todo por la intervención que abrió a capitales estadounidenses. https://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_del_petr%C3%B3leo

[16] Macellari, C. 2022. El ciclo del petróleo. Boletín Brackebuschiano N° 6, Geociencias y Sociedad – Asociación Geológica Argentina

[23] Esto se indica en la fundamentación del proyecto de ley que finalmente se sancionó como Ley N° 4.571.

[26] Chevron pudo poner un pie en el país a partir del levantamiento de un embargo impuesto por una medida cautelar a raíz de una sentencia dictada por la justicia del Ecuador por daños ambientales en el Amazonas. Ver Zamponi, A.M. 2020. Historia de una expropiación: cómo y por qué el Estado argentino recuperó YPF. Tesis para obtener el título de Licenciado en sociología. Universidad Nacional de San Martín. https://ri.unsam.edu.ar/handle/123456789/1762

[29] Proyecto de Ley N° 685 de la actual ley de renegociación, la N° 5.733/2024.

[35] Parece que, al principio –hasta abril de 2024–, Weretilneck no quería incluir a Catriel en la renegociación de las concesiones. Catriel, por su parte, pedía la municipalización de dos yacimientos: Señal Picada y Punta Barda. http://argentinamunicipal.com.ar/argentina/catriel-en-alerta-pide-municipalizar-pozos-petroleros/

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